— ¿Y los cachorros también? — detuvo su alegría un momento, necesitaba confirmar que sus hermanitos estaban incluidos en los planes. Pensó en lo mucho que les gustaría, aunque Caín seguro se la pasaría dormido.

—Sonrió con alegría, alzándose un poco cada que ella saltaba, acompañando su festejo.— ¡Muy bien! Comeremos joqueis y jugaremos en el lago.

Apenas escucho la propuesta de su papá, la pequeña comenzó a brincar sin soltarle sus manos. — ¡Sí! ¡Yo quiero! —

—Terminó por arrodillarse y tomar sus manitas.— ¿Te gustaría que pasemos un fin de semana con gato y tu mamá? Podrás jugar con Mantequilla y la bayita en el bosque.

Vuelve a asentir, ahora mas emocionada. — Síi, tambien otros peinados.

¿G-gato? —Sabía que esa bola rechoncha era malvada y ocultaba algo[??].—

asiente tras oír la pregunta de su papá. — Gato me enseñó cómo antes de irse con mamá. — (?)

¿Te peinaste tú solita, cachorra? —Acarició su cabello suavemente.—