-Mira cómo el dragón se ha llevado con él a Alastor, dandose cuenta que ya no es necesaria en su vida. Nada de lo hiciera vale la pena así que se va.-

—Ignorando a la parte humana, desapareció con ambos demonios cuando el portal se cerró, ya estaba cansado de que todos hicieran y deshicieran con Alastor a su antojo, lo cuidaría él mismo así le costara la vida.—

+sabía que cometería un error, pero.... Corrió hacia su ser demoníaco, y sin más, yo mismo me clavo sus colmillos al cuello, dejando que se alimente, aferrandome a él+

-gruñe bajando las orejas siendo arrastrado de nuevo-

Qué estorbos....
+suspira frustrado+

-confirma cargando agua bendita, cruces y todo lo santo qué encuentra para protegerse de alguien cuyo señor no quiere dejar a un perro -

+de mis mangas saco mis cuchillos+

Aleja tus manos... De Alastor, a fin de cuentas somos el mismo...
+miro al pelinegro+

Sebastian, dije que nos vamos...

—Sujetó al ciervo, colocando algunos sellos más en su cuerpo para mantenerlo quieto, suspirando.—

Ya estoy harto de que todos hagan con él lo que les venga en gana, estará bien en mi hogar hasta que su celo acabe.

—Era consciente del riesgo, aún así abrió un portal directo a su refugio, entrando con Alastor al llevarlo a cuestas un poco.—

+suspira y lo abraza, dice a su oido, sonríe+
Si te calmas... Podremos solucionarlo, lo sé..