18-21, F
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PBP1559079 · M
PBP1559079 thinks you are Shy.
KaiserTahoma · 26-30, M
Definitivamente esta mujer no entendía lo que era seguir órdenes. Se nota a leguas que tiene un estereotipo muy arraigado en la mente; no sabe con quién está tratando. Después de la muestra de lo que sea que haya intentado la mujer.
─ Te dije que te levantaras y te desnudaras. ¿Eres sorda o estúpida? ─ se expresó con cierto dejo de molestia.
Se levantó de su cómodo asiento y se dirigió a ella veloz. Se inclinó frente a la cama y la tomó del brazo jalándola con fuerza, sacándola de la cama de un brinco para soltarla una vez ella se encontraba de pie.
─ Desnúdate. ¡Ahora! ─levantó la voz, sonaba enojado, pero aún así su mirada no reflejaba emoción. Era cómo un robot.
─ Te dije que te levantaras y te desnudaras. ¿Eres sorda o estúpida? ─ se expresó con cierto dejo de molestia.
Se levantó de su cómodo asiento y se dirigió a ella veloz. Se inclinó frente a la cama y la tomó del brazo jalándola con fuerza, sacándola de la cama de un brinco para soltarla una vez ella se encontraba de pie.
─ Desnúdate. ¡Ahora! ─levantó la voz, sonaba enojado, pero aún así su mirada no reflejaba emoción. Era cómo un robot.
KaiserTahoma · 26-30, M
[code]─ もう黙ってろ。(cállate ya)─ exclamó en un tono serio.
Entonces se dio vuelta hacia ella, mirándole fijamente con ese par de ojos azules que no expresaban más que un vacío; era cómo mirar al abismo.
─ ¿Ni en esta situación cierras la boca? No eres muy inteligente ─soltó sin más.
Dejó el vaso en una pequeña mesa de cristal a su costado, tomó asiento en un sofá que daba la espalda al ventanal, y con todo el descaro del mundo le ordenó.
─ Levántate y desvístete ─ se cruzó de piernas y descansó los brazos en los posa manos laterales.
Era una orden sencilla, solo tenía que cumplir y todo estaría bien.[/code]
Entonces se dio vuelta hacia ella, mirándole fijamente con ese par de ojos azules que no expresaban más que un vacío; era cómo mirar al abismo.
─ ¿Ni en esta situación cierras la boca? No eres muy inteligente ─soltó sin más.
Dejó el vaso en una pequeña mesa de cristal a su costado, tomó asiento en un sofá que daba la espalda al ventanal, y con todo el descaro del mundo le ordenó.
─ Levántate y desvístete ─ se cruzó de piernas y descansó los brazos en los posa manos laterales.
Era una orden sencilla, solo tenía que cumplir y todo estaría bien.[/code]
KaiserTahoma · 26-30, M
[code]─ Debería matarla, jefe. Ya vio nuestros rostros. De seguro solo es una adicta más ─ dijo en un tono despectivo el hombre panzón, medio calvo de voz rasposa.
El jefe yacía inclinado frente a la chica, observaba sus expresiones clavando su extraña, pero afilada mirada azul en los temblorosos ojos femeninos.
─ ボス、彼女を殺してほしいですか? (Jefe, ¿quieres que la mate?) ─ dio un paso al frente aproximándose hacia el jefe.
─ あと一歩踏み出して、この世界に別れを告げる。(Da un paso más y dile adiós a este mundo.) ─ levantó el arma del piso con la mano derecha y la descansó sobre su muslo flexionado.
En seguida el hombre retrocedió tembloroso, tanto así que trastabilló y tropezó con uno de sus compañeros.
─ あなたは彼女の顔を覆い、私の部屋に連れて行きます。(Le cubres la cara y la llevas a mi habitación) ─ordenó y se retiró de la vista de la mujer, obstruida por un saco que uno de los hombres colocó sobre su cabeza.
Le cargaron, le metieron en una camioneta y se la llevaron.[/code]
[code]La mujer solo sintió cómo caía sobre algo acolchado. En un instante, el costal que cubría su rostro fue retirado y se encontraba en una habitación con una enorme vista a la ciudad desde las alturas.
El jefe de aquellos sujetos estaba de espaldas a ella frente al ventanal, con una copa de whisky en su diestra, mirando a través de la ventana a la oscuridad de la noche y las luces de la ciudad. Uno de los hombres soltó sus ataduras tanto de pies, cómo de sus manos y se retiraron del lugar cerrando la puerta.[/code]
El jefe yacía inclinado frente a la chica, observaba sus expresiones clavando su extraña, pero afilada mirada azul en los temblorosos ojos femeninos.
─ ボス、彼女を殺してほしいですか? (Jefe, ¿quieres que la mate?) ─ dio un paso al frente aproximándose hacia el jefe.
─ あと一歩踏み出して、この世界に別れを告げる。(Da un paso más y dile adiós a este mundo.) ─ levantó el arma del piso con la mano derecha y la descansó sobre su muslo flexionado.
En seguida el hombre retrocedió tembloroso, tanto así que trastabilló y tropezó con uno de sus compañeros.
─ あなたは彼女の顔を覆い、私の部屋に連れて行きます。(Le cubres la cara y la llevas a mi habitación) ─ordenó y se retiró de la vista de la mujer, obstruida por un saco que uno de los hombres colocó sobre su cabeza.
Le cargaron, le metieron en una camioneta y se la llevaron.[/code]
[code]Más tarde en algún lugar de New York[/code]
[code]La mujer solo sintió cómo caía sobre algo acolchado. En un instante, el costal que cubría su rostro fue retirado y se encontraba en una habitación con una enorme vista a la ciudad desde las alturas.
El jefe de aquellos sujetos estaba de espaldas a ella frente al ventanal, con una copa de whisky en su diestra, mirando a través de la ventana a la oscuridad de la noche y las luces de la ciudad. Uno de los hombres soltó sus ataduras tanto de pies, cómo de sus manos y se retiraron del lugar cerrando la puerta.[/code]
KaiserTahoma · 26-30, M
[code]Aquel hombre de enorme envergadura yacía delante de la mujer temblando. Él tenía una mirada fría a pesar de que sonreía a medio labio. Sus ojos azules estaban clavados cómo dagas en la niña que sollozaba.
Detrás del que se podía reconocer cómo el líder, los demás cuchicheaban en japonés.
─ ¿Qué tienes qué ver con ese? ─ preguntó en inglés el hombre de voz profunda señalando con un movimiento de su cabeza hacia el cadáver que parecía flotar en un inmenso charco de color carmesí a tan solo unos metros de la muchacha.
Antes de que ella pudiera siquiera responder a su pregunta, él se puso en cuclillas frente a ella, a unos centímetros y desenfundando una pistola por detrás de su cintura, la asentó frente a ella. Claramente no podría cogerla, ya que estaba atada de pies y manos.[/code]
Detrás del que se podía reconocer cómo el líder, los demás cuchicheaban en japonés.
─ ¿Qué tienes qué ver con ese? ─ preguntó en inglés el hombre de voz profunda señalando con un movimiento de su cabeza hacia el cadáver que parecía flotar en un inmenso charco de color carmesí a tan solo unos metros de la muchacha.
Antes de que ella pudiera siquiera responder a su pregunta, él se puso en cuclillas frente a ella, a unos centímetros y desenfundando una pistola por detrás de su cintura, la asentó frente a ella. Claramente no podría cogerla, ya que estaba atada de pies y manos.[/code]
KaiserTahoma · 26-30, M
[code]Todo había salido mal.
En plena oscuridad.
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En plena oscuridad.
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[code]─ ¿No pueden hacer nada bien? Díganmelo, para que yo vea qué carajo hacer con estos imbéciles ─ exclamó sumamente enfadado, con una voz rasposa.
─ Señor, por favor, no haga nada, ya está por llegar el jefe ─ dijo una voz más aguda que la primera, pero seguía siendo una masculina.
─ ¡Llegó, llegó! ─ se escuchó una voz a lo lejos.
La misma voz rasposa, ya con un tono sumiso se escuchó ─ Buenas tardes, señor. Bienvenido. Le esperábamos para que usted decida qué hacer con ellos.
Una voz profunda y masculina se pudo escuchar unos instantes después de la anterior.
─ Retiren la venda de los ojos─ ordenó.
─ Tú eres el que decidió traicionarnos. ¿Qué pensaste que pasaría? ─ la misma voz profunda cuestionaba. Una pequeña risa ahogada se escuchó─ Adiós.
Hubo un instante de silencio y una detonación de arma de fuego resonó en el lugar.
─ ¿Y qué hacemos con la chica? ─ cuestionó el hombre de la voz rasposa.
─ ¿Qué chica? ─la voz profunda preguntó.
Varias pisadas se acercaron y de pronto, alguien retiró la venda de los ojos de la chica, todo se veía borroso hasta que la luz volvió lentamente.[/code]