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PeterWhite · M
RO* Caramba, me da tanta vergüenza decirle a mi Alice que me voy del rol y perfil. Discúlpame, realmente no quería abandonarte. Pero, ¿Me proporcionarías tu msn para poder acosarte en ese medio? No quiero desatenderte jaja.
 
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[ La lucha que había mantenido por varios segundos con aquel desconocido, y en cese en seco de ella, le hicieron abrir las orbes, que eran ciertamente las doradas de un gato, parpadeó un par de veces, ladeando el rostro y siendo consciente de la suerte que había tenido ... era inconfundible, era él, jamás se equivocaría, las extremidades sobre su cabeza descendieron y una sonrisa amplia que curvó en sus comisuras, era él.... era Alice ]

Alice .... eres tu, cierto ?...

Respaldándose en las manos que podrían largas uñas se inclinó sobre su cuerpo 'oliendo' su cuello y luego abazàndose a sus hombros al descubrir lo obvio, dejando notar la efusividad en aquel abrazo, que no se suavizó e incluso se intensificó, estaba extasiado, encontrar a aquel rubio por coincidencia, le alegraba en demasía, se olvidó rápidamente del anterior forcejeo y del hambre]


R/Out: Lo soñaste (x yo se que sueñas conmigo lol
NoahHolmes · 26-30, M
Occ: Gracias por aceptar mi invitación, sera un placer llevar una ameno rol con usted.
akakaa · M
Game out: Gracias por aceptar mi solicitud
DBs1528422 · M
-Elliot de complexión delgada, tiene el cabello de un color beige grisáceo y tiene los ojos de un color azul claro.-
Elliot se encontraba en la biblioteca de la academia Latowidge, pues se había propuesto terminar de leer Holy Knight, le faltaba ya solo un libro y aunque el personaje principal no le agradara seguiría leyendo la novela hasta el final, aquella tarde se encontraba en compañía de Leo, su sirviente. Leo es un chico de tez clara, cabello oscuro y complexión delgada, lleva unos lentes enormes que no dejan ver sus ojos pues el dice que no desea ver lo horrible que es el mundo, aquello hacia pensar a Elliot, tenia tanto de razón que le causaba tristeza.
Elliot no sabia el color que poseían los ojos de Leo a causa de que lleva siempre los lentes o cuando lo conoció su cabello cubría sus ojos y aunque aquel sirviente se viese raro era de la mejor compañía que Elliot solía disfrutar.
Después de un rato de leer a Elliot le apetecía tomar un poco de aire y por lo visto no seria acompañado por Leo ya que una vez que se centraba en la lectura, no salia de ahí así que tal vez iría a buscar quien lo acompañara, no quería ir solo, habían dicho que la ciudad estaba llena de neblina y bueno, para el no era un problema conseguir un acompañante, con facilidad las chicas aceptaban salir con el, pero no era exactamente lo que Elliot "buscaba", después de un rato de pensarlo se decidió por ir solo, se puso de pie .-

Leo...

-Decía arreglándose el saco del uniforme, llevaba su uniforme blanco como el de los demás estudiantes, se restregó un poco el rostro, estaba fatigado.-

¿Que?

-Preguntó Leo sacando sus ojos de aquella lectura que parecía deleitar lo, su tono de voz daba a notar que se encontraba molesto y bueno, el hecho de que le contestara así era mas que obvio que le molestaba que le estuviera interrumpiendo, las especulaciones de que Elliot iría solo de paseo habían resultado ciertas, hizo una mueca antes de contestar.-

¡Tu, imbécil! ¡¿A quien crees que le hablas así?!

-Gritaba el de cabello grisáceo al pelinegro, a lo cual Leo simplemente regreso a su lectura.-

Ya... si quieres ir de paseo, no cuentes conmigo.

-Aquello causo que Elliot hiciera otra mueca.-


Tsk...Maldito...Esta bien... Me voy.

Se llevo las manos a las bolsas de su pantalón, no sin antes tomar su estuche de violín que contenía su espada y salio de la biblioteca, como costumbre al ir por los pasillos las chicas volteaban a verlo, había tantos rumores de el que hacia que la gente hablara, el no le tomaba importancia a aquello, o por lo menos eso aparentaba , caminaba ya por la sala de visitas para salir a los jardines del colegio y así poder abrirse paso sin problema a la ciudad.


-Caminaba lentamente pero a un paso favorable para los que caminaban detrás de el, ni tan lento, ni tan rápido, solía reflexionar cuando salia a tomar aire, sobre todo lo que sucedía en aquel pequeño pueblo, gente nueva, gente sospechosa, asesinatos, robos, de todo, le parecía tan extraño lo que la gente hacia para dañar a los de su misma especie, que le parecía fascinante la forma de vida de los animales, tan justos con ellos mismos tanto como con otras razas, cuando llego a donde se estaban haciendo los preparativos para el carnaval de pueblo se detuvo para contemplar aquello, hacia tanto frió que maldijo el hecho de no traer su gabardina, al encontrarse con el joven que vestía casi igual que el se detuvo.-

¿Haz pedido permiso para estar fuera?

-Dijo, claramente le confundía con un estudiante de Latowidge.-
AndrewGray · 31-35, M
-Después de ello, volvió el brazo al costado... notó el bochorno por el que era acogido, era natural, a nadie le gustaba que lo pillaran en esas condiciones-

Está bien, a todos nos ha pasado alguna vez.

-Viéndolo sacudir su traje le paso por la cabeza qué haría vestido de esa forma en un lugar así, quizá iba a alguna reunión o quizá sólo vestía así por gusto-
[ No debía dejar que lo vieran, sería extraño para cualquier humano normal el mirarle, pero el hambre lo estaba matando, por lo que tomando un impulso algo largo se abalanzó contra aquel hombre que le arrebataba su 'presa' , y ya que tenía una fuerza poco común no le sorprendió que cayera de espaldas, pero no por eso dejó de movilizarse, el felino que se ocultaba detrás de aquellas manos , escapó de ellas para echarse a correr nuevamente, y aquel joven de facciones gatunas no hizo más que gruñir avanzando sobre el cuerpo de aquel a quien había echo caer al piso.

Ah... demonios...

Lanzó un par de maldiciones, antes de mirar hacia abajo, reincorporando el torso para quedar sentado exactamente sobre el vientre ajeno, una mirada lasciva, filosa fue arrojada contra las orbes ajenas, sus manos se posaron sobre los hombros cubiertos por tela blanca y dio un par de golpes contra ellos, antes de gruñir una vez mas, esta vez sin tanta fuerza.

Tu culpa... es tu culpa, estúpido.... estúpido humano...

Segado por la fugaz rabia, arrebatió contra su cuerpo una vez mas, mostrando los colmillos filosos, sin recalcar en nada, mas que en su hambre aún no sosegada, no había tenido aún la calma para detallar el rostro varonil del que se posaba bajo su cuerpo]



R/Out: Ya lo haré dulce Alice, ya lo haré x) *-*
SW-User
Ooc:
Cuando mi inspiracion llegue asi como acostumbrarme a hacer turnos largos amigo.~
Era un momento en los cuales la joven podría permitirse descansar luego de largos y cansados días llenos de correr y esconderse de los adorados ayudantes de su padre. Aún podría sentir como sus plantas de sus pies latían por el tiempo que fueron obligados a tomar esas acciones sin parar en ningún instante pues algún paso en falso y volvería donde no debía y no quería volver.

Mientras que hacía y deshacía la trenza, que por el momento saciaba su aburrimiento, dibujaba una corta y casi invisible sonrisa por las sensaciones de su cuerpo. Cerrando sus orbes azulados, impidiendo a los pasantes que cruzaran mirar con su persona, dio un suspiro lleno de vida como si con ello agradecía a la naturaleza por un clima tan cómodo para su pequeño e delicado organismo. No había ni tanto calor ni tanto frío sino una temperatura que ponía cálidos sus pequeños y frágiles brazos, que habían parado su acción con su melena para disfrutar del tiempo. Las brisas eran cortas y daban momentos en los cuales desaparecían del todo para volver a aparecer imitando caricias maternas.

Ignorando las hazañas de su amado guardián que miraba de un lado a otro sin mostrar ningún movimiento, más lo hacía, para así verificar que el lugar de diversiones, a los cuales la tranquilidad se había esfumado para ser remplazado por bullicio de infantes que le sacaban de quicio pero que su dueña parecía disfrutar, era un sitio seguro para reposar una cuantas horas sin temer la presencia de algún ayudante del progenitor de la joven. Dispuesto a darse un merecido descanso da una última ojeada al lugar deteniendo su vista al joven frente suyo que se le había pasado en su visión segundos antes.

Frunciendo el ceño ante lo que veía, sabía de por sí que no era del todo humano o que venía de un lugar lleno de curiosidades ahora la pregunta era si era alguien bueno o no pero lo que pudo notar era como clavaba su mirar en su pequeño cuerpo de felpa. Sonriendo, se mueve un poco con claras intenciones de continuar llamando su atención, más lo hace de manera prudente actuando en todo momento como un muñeco.
[ Sus piernas juveniles y largas descansaban sobre el asfalto de aquel lúgubre paraje, normalmente, jamás se dejaría ver en el día y era por eso que sus condiciones no eran las mejores, la mano izquierda se presionaba contra el vientre casi cubierto por una camisa desaliñada, mitigando con la calidez de la palma su hambre, no sabía por cuanto tiempo no había tenido una comida decente, y estando destinado a salir en las noches no tenía otra opción que esperar a que alguien pase y robarle sus alimentos, si es que los poseía, caso contrario, su rutina se repetiría.

Poseía un par de orejas y una cola, y era justo por eso que no se le permitía mostrarse ante 'humanos' , su cabello se teñía de un color rosaseo casi rojizo y los rasgos de su rostro eran tan frágiles como las de un felino, y aunque no se notaran con facilidad, en su boca también se pintaban unos filosos colmillos.

Intentó moverse y lo logró con esmero, fue grato para él cuando en medio sintió el golpeteo del suelo, casi imperceptible, pero no para él, una sonrisa llena de sadismo puro, diversión y carente de cualquier atisbo de inocencia se colgó en sus labios al notar el pequeño felino que ingresaba al mismo callejón, se relamió los labios pues su hambruna era grande y comerse a alguien de su propia especie tampoco era algo que le inquietase, sus doradas orbes brillaron de forma filosa mientras se removía, adoptando una posición de caza, siendo él un mercenario silencio, tomaría la noche y el silencio como ventaja.

Las garras no tan largas que salían de sus dedos blanquecinos, rasgaron el suelo en cuanto su presa se inmovilizó, seguramente captando la amenaza que el otro imponía, su cabeza se irguió y dio el primer movimiento corriendo a velocidad detrás de él, esperando deseoso de lograr el zarpaso final ]