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31-35, M
| Rol de misterio | Rol policial| Rol social sólo en tiempos de ocio | No +18 sin una trama |
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GwenS · F
« ¿Pero qué rayos? »
Se preguntó en su mente al ver la llegada del nuevo humano. ¿Un humanoide? Esto ya no era un simple contrabando. No sabia exactamente lo que estaba pasando ahí, tenía que seguir averiguando y para eso tenía que escuchar todo lo que decía. Pero primero tenía que encargarse de los hombres que estaban vigilando la zona. Tenía trabajo que hacer. Desde arriba vio a su primera "victima". Así que sin meter algún ruido, lazó su telaraña para atraerlo hacia arriba y dejarlo inmovilizado ahí mismo. Y antes que dijera algo o gritara, le tapo la boca con otra telaraña.
─ Bien, uno menos. ─
Se empezó a mover, haciendo lo mismo con otros hombres que aparecían cerca de ahí. Luego de unos minutos, había atrapado ya ha diez hombres. Así que estaba más cerca de la zona principal.
─ Vamos, cuénteme su plan. ─
Murmuró por lo bajo, la joven araña. Ahora tenía una mejor vista. Esperaba que dijeran algo o hicieran algún movimiento. No podía llegar y salir sin conocer muy bien a su oponente. No podía subestimarlos. Tenía que ser inteligente y no impulsiva.
Se preguntó en su mente al ver la llegada del nuevo humano. ¿Un humanoide? Esto ya no era un simple contrabando. No sabia exactamente lo que estaba pasando ahí, tenía que seguir averiguando y para eso tenía que escuchar todo lo que decía. Pero primero tenía que encargarse de los hombres que estaban vigilando la zona. Tenía trabajo que hacer. Desde arriba vio a su primera "victima". Así que sin meter algún ruido, lazó su telaraña para atraerlo hacia arriba y dejarlo inmovilizado ahí mismo. Y antes que dijera algo o gritara, le tapo la boca con otra telaraña.
─ Bien, uno menos. ─
Se empezó a mover, haciendo lo mismo con otros hombres que aparecían cerca de ahí. Luego de unos minutos, había atrapado ya ha diez hombres. Así que estaba más cerca de la zona principal.
─ Vamos, cuénteme su plan. ─
Murmuró por lo bajo, la joven araña. Ahora tenía una mejor vista. Esperaba que dijeran algo o hicieran algún movimiento. No podía llegar y salir sin conocer muy bien a su oponente. No podía subestimarlos. Tenía que ser inteligente y no impulsiva.