¿Por qué era tan tierna? Alex no creía que pudiese existir alguien tan lindo y puro con ella. A pesar de ser contrarias la azabache se sentía querida por esa chica que le extendía sus brazos como una bebé.

— Te tengo muy mimada Bell..

Suelta una sonrisa suave y ladina, se levanta sentandose en la esquina abrazando a su cachorra de novia, pasaba sus manos en caricia a esa espalda dándole los buenos días.

— Come bien que hoy te enseñaré a disparar (?)

- Pensé que era porque me das patadas al dormir. {?}

Le guiña, bromeando y después se mueve con pereza arrastrándose sobre el colchón hasta alcanzar la bandeja. El aroma del desayuno le hizo sonreír pero antes de comer, estiró sus brazos reclamando un abrazo.

- Primero quiero mimos.

Bebe su café de la mañana esperando que aquella vaga se levantase (?).

— ¿Por qué será? Quizás porque me gusta estar entre ellas... ~

Le hizo un gesto al desayuno que le había preparado para que se acercará a comerlo, la bandeja estaba en una esquina de la cama.

— Se va a enfriar

- ¡Si, me gusta! ¿No te lo había dicho? Luces preciosa al despertar.

Le lanza un guiño coqueta, y después bosteza sonoramente lista para quejarse.

- Ah . . . Me duelen las piernas Alex. Siempre amanecen flojas luego de dormir contigo. (?)

— ¿Lo ves? No me equivoco en lo que digo.

No le importaba verla como león despertando, admiraba toda esa fauna silvestre de su novia (?).

— A ti te gusta cuando me despierto... Lo noto porque cuando te miro andas con mirada curiosa ~

Eyra se acababa de levantar. Despeinada, vistiendo una camisa de Alex bosteza todavía adormilada.

- No digas patrañas. (?)