« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
—Ummm, debes ser como esos dos —Dijo, más para sí mismo que a ella—, no sé a qué torturas, pero ha bastado incesantes golpes con una para oír gritos de dolor. ¿Que envidia? No lo sé.

Volvió a calar, ya ahora su cigarro se había acabado, dejando que la chinga muriera sobre su brazo izquierdo, apenas mostró indicio de molestia.

—No, el casco es molesto, me gusta más así. Sí muero, que así sea.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment