Aless soltó un respingo, girándose en dirección de la voz. Se le veía nervioso, agitado y unas pupilas bastante dilatadas.

—¿¡Qué....!? ¿Qué estás haciendo aquí?

La voz inesperada de Summer rompió esa fantasía que estaba viviendo, y ser devuelto a la realidad de un golpe nada sutil hacía que su mente se bloqueara, confundido miraba los alrededores.

𝗔gito el pesado humo que cargaba la sala. Bee llevaba como 10 minutos viendo a Ale hablar al espejo mientras intentaba llamar su atención.
— ¿Dar el que? Estas super colocado, verdad...? Hahaha. —
𝗡o pudo evitar comenzar a reírse por lo serio que se veía hablando solo.

—Porque está hecha con la piel del único ser humano al que maldije. —Apagó el cigarrillo al agitarlo un poco, de forma extraña. —El fuego me hace daño. —Le guarda el cigarrillo en el bolsillo de su camisa. —Dudo que quieras tener algo tan peculiar contigo.

—No la quiero, pero tú la quieres. Así que yo también la quiero —Declara con tranquilidad, humo escapaba de su boca que no dudó en aventar hacia ella—, podrías contarme el por qué te gusta. Sólo así te la daría.

Llevó la mano sobre el cigarrillo para retirarlo de sus labios un momento.

—¿Para que la necesitas? Dudo que signifique algo para ti.

—Ummm, no. —Sentenció para después darle una larga calada que lo hicieron viajar más de lo usual— Mejor la conservo.

—Mi bolsita. Puedes quedarte con toda la hierba si quieres, pero mi bolsita la necesito.

—¿Segura? No recuerdo. Quizá te lo inventaste.

—Me debes algo.