AlainBilliard

[code] Hola, gracias por aceptar, mi nombre es Phoenix 😎¡Un gusto! [/code]

Que me saco del cerebro?...- lo miro y fruncí el ceño.- Llamela, es mi novia y es doctora

[code]¿Muy temprano? ¿Quizá debería regresar después? -Dije de inmediato presa del nervio y la emoción que me invadía. No planeaba irme, solo era para iniciar conversación mientras me sentaba en el diván sin ser invitada a hacerlo, como si fuera algo que hacía con regularidad.

Las fotos en mi cuaderno para nada le hacían justicia y...¿porqué era tan alto? Casi podía imaginar que él aprovechaba su altura para algunas cosas aunque solo era una mera suposición. Sus ojos, su sonrisa y su sola presencia inspiraban confianza. Y podía sentir todo aquello escrito en mi libreta, cosas lindas que llevaban mucho tiempo ahí en mi corazón aunque cada día las olvidara. También sentía tristeza por saber que al despertar por la mañana no lo recordaría y no había certeza alguna de que pudiera verlo de nuevo. Todo dependía del hoy y de mi fuerza para hacer que él permaneciera a mi lado.

La verdad es que leí mis notas para el día de hoy y quería comentarte algo, es acerca del porque no me he sometido a la cirugía que mi tío y tu me han sugerido. Mis notas dicen que aún no te he dicho el motivo pero por alguna razón también dicen que no debería esperar más para comentartelo. Así que espero que puedas escucharme y darme tu opinión.

Mire la habitación con detenimiento, a pesar de que varias cosas se sentían familiares nada me recordaba a algo que hubiera vivido. [/code]

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Me siento débil...llame a la doctora elizabeth por favor...- fruncí el ceño

¡Hola! bien, gracias, ¿Y tú?
El placer es mío, yo soy Spencer Hastings.

[code]Cada mañana era igual, o al menos eso era lo que pensaba. Tener tantos sentimientos encontrados me mataba. Parecía que nunca podría asimilarlo y era por el hecho de que no recordaba nada de lo que había vivido el día anterior al despertar. Era como un recipiente vació. Solo había vivido antes de mis trece. Lo demás, aunque hubiera tenido días felices eran como si solo fueran historias de un libro. Aún así no me resignaba. Una vez que terminaba de llorar cada día por lo perdido realmente empezaba mi día. No sabía si sería bueno o malo pero sin duda escribiría cada cosa, cada momento, cada detalle por poco importante que fuera, porque sabía que lo necesitaría.

Aquella mañana el vídeo se había reproducido, había llorado y enseguida había bajado a ver a mi tío, lo había abrazado con una fuerza descomunal y después de haberme relajado, desayunado y arreglado seguí con mi día a día. En esta ocasión, según las notas en mi habitación tenía que ir al hospital de mi tío así que me fui con él y este me indico a donde tenía que ir, como siempre llevaba una mochila con mi libreta, celular, computadora y una pequeña grabadora, en mi cueño una cámara instantánea, todo lo necesario para documentar lo maravilloso que esperaba fuera este día.

Algo dentro de mi sabía a quien vería en unos momentos, aunque no recordara había ciertas cosas que se guardaban en mi interior, aromas o sentimientos y sabía que en este momento no sentía nada más fuerte por alguien que por esa persona, mi doctor, Alain Billiard.

Una vez mi tío me dejo en el consultorio de este yo le sonreí y trate de poner buena cara una vez que toque a la puerta esperando a que este contestara y pudiera ver su rostro que hoy solo había visto en una foto en mi cuaderno. [/code]

Pasan horas, no despertaba. Luego de unas dos horas más pasadas de las que no despertaba, despierto asustado.-

Yo tenía los ojos cerrados y suspiro. Escuchaba todo. Una vez en el quirófano me ponen la mascarilla y empiezo a contar en mi mente. Me empiezo a quedar dormido de a poco. Me empiezan a operar.-

Ojalá doctor, ojalá...pero lo veo imposible..- suspiro y cierro los ojos. Me trato de relajar para que la anestesia haga efecto.