Alaia1545138

Hola buenas tarde gracias por aceptarme espero llevarnos bien .

Nee ~ Esperó y podamos llevarnos bien. ^^

La vida eterna pierde significado, cuando la misma te quita las motivaciones para mantener el interés en ella. Hacía mucho tiempo que solo vivía entre los mundanos, aburrida de su existencia al haber logrado siglos atrás, su venganza en contra de la mujer del ejército del cielo que le arrebatara la felicidad de su vida como mortal.

Seres sobrenaturales se cruzaban en su camino y ninguno permanecía demasiado tiempo en su vida como para conservar su interés o siquiera considerarles en un lugar privilegiado en sus recuerdos: Polvo al viento.. nada más.

Ahora el poder, la ambición por acrecentar el poder que ostentaba y que le fuese otorgado al sellar un antigüo y demoniaco pacto con una hermosa y albina mujer, Yuki Prakliaty se había enfrascado en la búsqueda de viejos grimorios, de artes oscuras, la alquimia y la física en busca del método correcto para lograr este fin. En su búsqueda, encontró un viejo libro con nombres, que Lyanna mantenía resguardado en la bliblioteca de su familia y que sin consentimiento, Yuki hojeó en una aburrida noche de tormenta.

Dicho libro contenía los nombres de Ángeles y Serafines que fuesen exiliados y olvidados en el tiempo, algunos pagando crímenes en contra de Dios, y algunos otros en contra de su propia familia.

Traspasó cada nombre, desde la A a la Z, hasta que una imagen en particular llamó su atención. Una jovencita pelirroja de brillantes ojos que le miraba desde el roído y amarillento papel y que parecía triste. Había sido confinada en una prisión hacía miles de años e ignorante de su tragedia, creería que aún continuaría encerrada ahí.

—...Alaia... —musitó Yuki con una sonrisa maliciosa en los labios. Ya tenía el plan perfecto para su propósito. Aniquilaría uno a uno a aquellos caídos y se apropiaría de su poder, con el fin de adquirir la energía que ambicionaba.

—Seguramente los años te han tratado mal... mmm? —susurró con fingida pena, mientras deslizaba la yema del dedo índice sobre la imagen de la mujer de melena escarlata —No te preocupes... yo misma te sacaré de ese sufrimiento... y me apropiaré de tu alma... —

Off-Agradezco señorita que me deje conocerle , espero podamos llevar un buen rol

Junio 30, viernes, 14:30 hrs, Tokio, Japón.

De entre la multitud que corría como marabuntas en busca de algun restaurancillo, los estudiantes que sonrientes vuelven a casa, autos, ciclistas, el bullicio de una viva ciudad, se abría paso una jovencita de apenas 17 años de edad de largos y lacios cabellos castaños. Hacía semanas que esperaba ansiosa la llegada de un nuevo libro de cuentos que llevaría al hogar de acogida dónde fuese recibida 4 años atrás. Inconsciente de su bélico pasado, Yuki ahora vive una vida tranquila, sin remordimientos ni recuerdos de una vida que terminó trágicamente a manos de su enemigo, un demonio.

Ahora bien, la joven Yuki es una humana más, adaptada a la vida acelerada y moderna, desconociendo por completo el peligro que le acecha.

Se detuvo en una esquina, cuando el semáforo en rojo advertía con su alarma que debía detenerse, y mientras esperaba se llevó la mano diestra sobre el rostro por encima de los ojos para protegerse de la brillante luz del sol.

—parece que hoy tampoco lloverá...

anunció la chica con descontento, antes de bajar la mano para prestar atención de nuevo a la avenida, aguardando los últimos segundos para poder cruzar al otro lado.

Luz dorada como miel.
Sedosas voces como un coro de doncellas.
La sensación de estar flotando en un sueño.
Parpadeante luz aleteando ante sus parpados cerrados. Débil sonrisa de transfondo y el llanto de un niño pequeño. Respiro el aroma del fresco campo que le inundo los adentros, una lágrima recorrió su mejilla al reincorporarse al ver por todos lados el origen de aquella voz.
- Alaia, hijo !!!! Donde están ?????
La tenue risa de el bebé aún resuena pese a que el lugar está amplio y lleno de luz .

Estoy perdido sin tu perfume azul,
en laberintos de cuchillas de flor,
caducas mi suspirar ni siente mi corazón.
Descalzo en rojo carbón,
mi voz sangra esta canción.

Enfermo de ti en este mar de niebla,
voy a teñir la nieve con mi soledad.
Enfermo de ti, voy a morir la vida
y pedirte que me mates
para que no te olvides nunca de mí.
( Feliz 3 meses corazón, Te Amo )