Eterna e infinita es a ti mis lamentos y mis suplicas, al caer el día en su eterno crepúsculo arrastrando la luz hacia el abismo, la luz de mi alma cae con el, y me recuerda su nombre.
Del eterno abismo que a dejado marcas en mi ser, me duelen ante el anochecer, y un llamado ancestral de lo mas profundo de mi corazón corre por mis venas clamando algún tipo de sacrificio en nombre de la eternidad.
la carne se pudre en las sombras, y la sangre corre con mas intensidad por mis venas, el silencio se hace eco en mi noche eterna, y una extraña sed de sangre corre por mi melancolía que hace que abrase la eterna oscuridad, sus causas y su venganza.
oh! Lamia, mi bella y amada, tu que has liberado mi alma con tu veneno, ilumina mis caminos con la luz de plata de tu reino de eternidad, guía a las almas nocturnas por las sendas de oscuridad, y concédenos la bendición de la inmortalidad.