AinoShisho

Aino , ninja malo

— ¡Que se levante el telón! — Afloró acuchillante y estruendosa vocalización que reina con constante eco en tan magistral coliseo de primitiva arquitectura teñida en ensanchadas murallas estructuradas de grisáceo concreto que se alza de la superficie culminando a 7 metros sobre tierra.
Conforme avanza la edificación va simulando un rango circular de aproximados 70 metros. Arriba de los bordes inmensidades de asientos en hilera, tanto horizontal como vertical, cimentando entonces la arena de combate que se halla en su estado más prístino.
Al derredor del escenario frondoso bosquejo que soberana tan alejados horizontes. El verdor cae y baña lo que hay más allá de lo esencial, sí, del coliseo que se cobija bajo la amena sombra, causa de las carentes aberturas en las nubes que merman la luminiscencia que el agrandado sol en el cenit ofrece cual regalo divino; cálido y benevolente, pero se interpone tan ferviente masa nívea que conspira con el deseo de la civilización de no sobreecagarse de fulgor. Consecuencia de ello nace el embelesante arrebol de apacibles trazos, dando un panorama de belleza que se mezclará con el arte de la inminente lid que acechará a los combatientes.
— Ha anunciado la contienda. Entra. — Resonó engrosada voz en su mente. ¿Qué era?
— Callate, nadie te dio permiso de parlotear. Yo me encargo de esto a mi manera. — Comentó Admes avizorando en su frontal alargada y gruesa puerta ceñida en metal que se levanta generando singular sonido que ingresa en su sentido auditivo indicando el momento de ingresar. Acto consiguiente el público comenzó a aclamar de una buena vez el duelo, es entonces que al son de los aplausos emprendió caminata a su delantera dejándonos divisar que era un varón de emblanquecida tez, acompañado ello de una estatura de 1.85 metros y 77 kilogramos que no era tan extravagante para darle una proporción física de abundante masa muscular; solo tenía lo necesario.
Su traslación culmina en el intermedio del interior del coliseo, ahí se posiciona erguido dejando contemplar al público que su cabello es negro corto conformado por mechones que entre ellos se entrelazan y una que otra hebra conduce a su enseriado semblante. Sus ojos se postran al frente, después de todo la única entrada se halla ahí, ni una ni otra, a excepción de adentrar de forma aérea.
Su engalanada vestimenta consiste en un saco de tonalidad mármol que abriga su torso, incluso ambos brazos. Sus mangas concluyen en su muñeca donde se hacen notar cómodos guantes de ennegrecida matiz que resguardan sus manos.
Esa es la primer capa de su ropaje, encima de susodicha otro saco con la diferencia de bañarse en negrura y carecer de mangas. El cuello, al contrario de ser elevado, baja emulando un triángulo que finaliza debajo de su pecho. El atuendo al igual que el previo culmina en su cadera donde retoma curso un negruzco y ajustado pantalón que desciende hasta sus tobillos, ahí corta camino unas botas atezadas de estilo militar que ampara sus pies y ascienden al intermedio de sus piernas.
El último atavio del garbo es una renegrida gabardina descendente desde sus hombros hasta un poco debajo de sus fosas poplíteas. En su trayecto refugia los brazos hasta el mismo punto que las vestiduras descritas con anterioridad. El torso, muslos y parte de las piernas, todo ello desde cada punto cardinal. En el eje frontal la cremallera se halla abierta, aunque el margen que hay del flanco zurdo al diestro es tan ínfimo que básicamente se cubre por completo, y debido a ello dos bultos tan míseros ensanchan más las prendas, aunque difícilmente visibles.
[ El réquiem quiere despertar de su letargo... ] Fluyó los vocablos en su mente.
Los oleajes de viento viajan en el coliseo y comienzan a dar un paseo a las cortinas de polvo que hay a diversas zonas, eso en conjunto al beso que dan en su cabello que se menea cual pluma danzante al compás de las brisas.
Gin se mantuvo en la misma postura esperando la llegada de su contrincante para encender la llama bélica y caótica que tan sagrado pero a la vez tempestuoso escenario ha acarreado desde antaño.

URM

La enseñanza trataba de las modalidades de rol

Hola, acabó de reingresar a esta cuenta de iorbix de puro milagro, la última ves llevabais enseñándome algo, le pido encarecidamente que me siga enseñando.

—Pues tienes una especie de pseudo gorro de Pikachu en la cabeza. —