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No haría algo tan vistoso como lo hecho con la malla, en lugar, sólo se encargaría de usar su habilidad para irrumpir en los candados y cerraduras que aquel portón tenía. El "click - click" de los mecanismos se podía escuchar al ser abiertos sin la necesidad de usar una llave, simplemente la habilidad que Adam tenía y había desarrollado conforme su entrenamiento.

Se abrió el primer candado, cayendo estrepitosamente; después fue otro, y así hasta que fue turno de la cerradura principal, incluyendo aquella barra de metal que se interponía y que servía como último recurso de seguridad. Incluso el metal de la puerta crujió ligeramente, aunque se mantenía sólido.

Y tras varios segundos de penuria aquel portón se abrió de par en par, revelando la figura del responsable.

— Es hora... ++[/code]

[code]++ Cualquiera pensaría que un sitio abandonado era el mejor lugar para esconderse, pues era un sitio en el que escaseaban las personas y la seguridad. Siendo este último un arma de doble filo, pues así no habría manera de ser rastreado, pero tampoco garantizaría la seguridad de quien se refugia.

Tan fácil fue para él pasar por la valla que se torcía como aquel papel que la mujer había arrugado. Hacía ver que la tarea de búsqueda y recuperación como un juego de niños, pues parecía que nada detendría al joven que habría llegado.

Con pasos tranquilos y firmes avanzó por el inmueble hasta encontrarse cara a cara con el portón que servía de entrada al edificio. Parecía acero reforzado, pero eso no era problema para él, más si la cerradura era de bronce. Estaba tan seguro de su victoria que se tomó su tiempo en darse gusto, también gustaba de la tortura psicológica que causaba su calma en su proceder.

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Dijo intentando contener el llanto y una retorcida risa por la ironía —... Estoy embarazada...—Conteniéndose, arrugó el papel entre sus dedos y aterrada, soltó finalmente el llanto.

De pronto, un metálico estruendo se escuchó en la parte trasera de la bodega. Se levantó de su asiento tan pronto como pudo para correr hacia la ventana y averiguar lo que estaba sucediendo.

Su cuerpo se heló al ver el metal de los tubos y la malla retorcerse tras ser desprendida de los soportes.

Aterrada, se apartó de la ventana, buscando salir del edificio para huir. Se olvidó de todo, ropa, cartera, la prueba de embarazo.

Tenía que huir de nuevo.

De nuevo la habían encontrado.

-Era un edificio viejo, de ladrillos desteñidos y erosionados por el paso de los años. Scarlett había pensado que sería el mejor lugar para esconderse, luego de haber pasado semanas desaparecida tras su secuestro.

Se sentó en el viejo sillón de la improvisada sala. Aún no necesitaba la luz. El atardecer proveía de iluminación suficiente para poder revisar el contenido del bendito sobre que traía pasando por las calles desde que lo recibió, como si se la pasara alargando el momento de tener que enfrentarse a su contenido.

Temblando, con el corazón latiendo rápidamente a causa del temor, finalmente lo sacó.

El logotipo de un laboratorio de análisis clínicos adornaba la parte superior de la hoja y el título del estulo encabezaba el documento.

—PRUEBA DE EMBARAZO—

HCG SUB-BETA EN SANGRE --------------- ++ POSITIVO

Sintió un vuelco en el estómago, soltando un tembloroso suspiro. Sus sospechas eran ciertas.

—No puede ser...—

(...)

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poder disfrutar de su actuar al quitarle la esperanza de estar a salvo.

Ahí se encontraba, acechando aquella bodega desde la altura de una torre de contenedores de hierro. Cuidaba de que no fuese visto, se mantenía a la sombra que proyectaban las estructuras de las grúas cercanas.

Lentamente bajó hasta la entrada de dicho sitio. Le parecía absurdo el encontrar refugio en un sitio tan desprotegido, aunque tenía sentido pues las cámaras la reconocerían y la guardarían en sus registros. Extendió su brazo izquierdo, extendiendo su palma; acto que no duró demasiado, pues dobló sus dedos para cerrar su puño y, empleando su dominio sobre los metales, aquella malla ciclónica se arrugó como si de papel se tratara, emitiendo un crujido tan característico del metal al doblarse. ++[/code]

[code]++ Se mantuvo siguiendo las señales, las cuales se mantenían constantes. Parecía que la captura sería de lo más sencilla del mundo, pues no parecía alguien tan problemática, a pesar del tiempo récord que llevaba en el exterior desde que se dio la alerta por fuga de elementos.

Con sigilo avanzaba por sobre los tejados y callejones, usando las sombras a su favor para poder pasar con velocidad y desapercibido. El rastro le había llevado hasta aquella bodega. A simple vista parecía ser un sitio con la seguridad suficiente como para evitar el ingreso de intrusos. No obstante, al tratarse de un siglo totalmente avanzado, aquellas medidas de seguridad habían pasado de moda, dando como resultado una seguridad totalmente obsoleta y fácilmente quebrantable.

— Así que aquí te escondes...

Susurró para sí mismo, tras haber dejado pasar al menos cinco minutos de haber permitido a la joven entrar. Quería darle una falsa sensación de seguridad, para
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-Finalmente había llegado a la otra calle. Solo doblar y llegaría a la pequeña bodega que había acondicionado como hogar y dónde sabía no podría ser localizada con facilidad. Se había asegurado no hubieran cámaras de vigilancia cercanas, tanto particulares ni del servicio público. El estacionamiento estaba rodeado de una malla ciclónica que había Sido instalada hacía muchos años atrás y pidió conservar cuándo arrendó el lugar.

Metió la llave en el candado y tiró de la cadena para poder empujar la reja y entrar.

No se había dado cuenta en absoluto que la seguían. Estaba demasiado ensimismada en su preocupación principal. Seong había cumplido su promesa y fue que jamás iba a olvidar lo ocurrido. Vaya que estaba pagando su osadía por haberle quemado la cara.

Llegó a la puerta de la bodega y empujó para abrirla. Por fin estaba en su hogar para poder leer el sobre con calma y pensar bien sus opciones.-

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Rápido fue en desplazarse de techo en techo. aún entre los grandes espacios que separaban algunos edificios, éste se las arregló para usar algo del metal e las tuberías o barandales en las escaleras de emergencia para mantenerle en el aire o impulsarse.

Había colocado en toda la ciudad, algunas agujas similares a las empleadas a las usadas en la acupuntura, creados a partir de su habilidad con el metal. Estas reaccionaban a los campos electromagnéticos que los seres vivos despedían, pero reaccionaban mejor a la presencia de aquellos que eran similares a él, pues sus ondas cerebrales trabajaban de distinta forma a la de un humano promedio.

— Pyro, localizada... ++ [/code]

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Fue la última grabación de aquel cazador enviado por Enifer, reportando su situación. Estaba listo para proceder con la captura de quien posiblemente había sido uno de los fugitivos que más dolor de cabeza había dado a la fundación al ser de los primeros en escapar y de los más escurridizos.

Procedió a moverse de su posición, corriendo entre los edificios para evitar ser detectado. Había dominado el arte del sigilo tras intensas sesiones de entrenamiento táctico, por lo que ahora sería casi invisible.

[...] [/c

atravesaba la avenida con aire preocupado mientras llegaba a la otra banqueta.

Tenía mucho que explicarle a Aitor, sobre todo, pensar en lo que haría en adelante para evitar que alguien de Einfer se enterara de la situación actual.-