[code]Hay gente a quienes la vida dota de más. Con la misma arbitrariedad, incomprensible, con que a unos les niega la virtud. A ella le toco ser de esos. Ha sido desde joven capaz de captar aquello que los ojos comunes no ven; en especial cuando son sus propios muertos quien la buscan para molestar.
Era una joven que buscaba a tientas la historia de su historia. A tientas y sabiéndola, porque sabe de su nombre y sus ojos, del campo en que anduvo y los sueños que aun rondan el aire. —Sueños…— Dijo a si misma deteniendo su andar por un momento. Lo había oído de los ancianos, los sueños estaban ligados al destino, y todos estábamos obligados a cumplir con uno. Sus muertos, como los de cada quien, van con ella a todas partes. Algunos días están mirando sobre su hombro, aprobando o reprimiendo sus acciones. No le costaba oír sus voces. <Continua o te creerán loca.>. Sus muertos son volubles y altaneros, a veces la ignoran y otras solo existen para protegerla. A esta orden acatada prosiguió su caminar, aun con su mente perdida en un abismo infinito de ideas.
No hay paisaje más lujoso que aquel en el que ronda. Era una mañana de principios de primavera, un viento vivaz agitaba los arbustos, haciendo rodar las hojas como niños empujados de repente a escena, debatiendo la importancia entre los nervios y su propia existencia. Era toda una mujer, pero aun miraba como niña. Tenía puesto un vestido blanco holgado, su cabello rosa se veía suelto y ligeramente despeinado por el aire que jugueteaba con el. Unas sandalias griegas y un dije con la forma de un par de alas completaban el atuendo. ¿Sus alas? iban tan ocultas como aquellos que la acompañaban.
<¡Cuidado tonta!> apenas y escucho las voces que deseaban protegerla, sus pensamientos eran más interesantes. La joven se divisaba cuesta debajo por un tropiezo vago, cayó de costado, a plena vista, con plena vergüenza. <Eso te pasa por no oírnos…>
—Auch…— Se quejaba tratando de ahogar su error, fue un golpe de pocos rasguños. Quizá sus muertos tenían razón, por no oírlos cayó, pero no les daría la satisfacción de saberlo. —Me dolió.— fue su única y calma queja, trataba de ahogar en dolor intentando reincorporarse.[/code]
[code]Una verdad que el griego es incapaz de comprender aún, pues pese la visita de los dos caballeros más loables y espirituales en su generación, ninguno acestó en el pecho del soldado la duda precedente a un cambio de ideales. Incluso ayudaron a afianzarlos con su característica estolidez.
Fue sintiendo como poco a poco la energía de Shaka se disipa en el ambiente, ayudando también al gradual esparcimiento de las sombras vivas que, por influencia del virgense, habían llegado en primer lugar - … ¡Shaka! – llama la atención de aquel hombre por última vez, no lo hizo con su cosmos, pues éste también fue descendiendo conforme la luz natural del ambiente es liberado de la penumbra; lo hizo con su voz, llenando sus pulmones de la determinación necesaria para no claudicar - … ¡Lucharé en el nombre de todos ustedes! ¡Les recordaré el orgullo de ser un caballero dorado!... –
Pues pese todo, sin importar lo que significara que ahora ellos estuviesen envueltos por una armadura oscura, seguían clavados en sus recuerdos como compañeros de honor. La estima que tenía por cada uno de ellos, se convertiría en su fuerza. Y esa fuerza, en un golpe reacio a su traición.
[Rol Off. Estaré disponible por privado para cualquier otra interacción que desees llevar. Muchas gracias.]
[code]- ¡Ese es el camino de un guerrero, Shaka,…! -
Si bien había sentido algo parecido a una amenaza avecinándose, supo en ese momento ignorarla para extrapolar la presencia evanescente de Shaka a través de su cosmos.
-… El luchar y morir por un propósito, ser inmortales por los méritos que forjarán el futuro y harán que los nombres de los pocos valientes prevalezcan en el honor de quienes les seguirán. ¡Volverse eternos y fuertes no sirve para nada! – grita al aire al ser incapaz, de momento y pese sus esfuerzos, de reconocer la localización del virgense. El eco de su templo se puso de acuerdo con su fiereza para distribuir limpiamente el sonido, impidiendo que el mensaje de desacuerdo se perdiera.
En su necedad, pasa por alto la tranquilidad embustera de quien antes también fue su compañero, además de un elemento digno de temer, pero que ahora parecía ser sólo una parte más de oscuridad que el griego está dispuesto a disipar cuando su energía cósmica se enciende, ampliando su aviso más allá de los pilares y el territorio ocupado por el templo de Escorpio, toda vez que sus alrededores se ven alumbrados por el fulgor áureo de su cosmos.
-¡No estoy resignado a morir, estoy dispuesto a luchar por ese ideal! ¡El ideal que una vez tu y yo compartimos! - [/code]
[/code] [code]De pronto, la extraña ambientación sumerge al griego en una sensación de irrealidad. El escenario convertido en incierto pese mantener la fachada de su propio templo, e incluso la misma esencia, pugna por no ser tomada igual que hace un momento, por más que sus últimos recuerdos fuesen los de estar justamente en la Octava Casa Zodiacal. Ahora hay un suceso.
La oscuridad vuelta bruma dada la presencia bien percibida por todos sus sentidos, incluyendo aquellos provenientes de su habilidad cósmica, enaltece sus reflejos quedando al pendiente de cualquier ofensiva. Mas dicha defensión parece ser en vano, pues en toda esa energía oscilante a su alrededor, encuentra a una voz familiar intentando serenar su tensión – Esa voz… - masculla para sí mismo, virando su cabeza ligeramente de lado a lado para escanear el panorama - … ¿Qué estás tratando de decirme? Mi alma está en paz sabiendo que estoy cumpliendo un deber, sin importar cuánto mi cuerpo se ponga en riesgo. Un descanso digno me espera cuando muera… - sus vocablos saltaron a escena con la punción de su símbolo zodiacal; ahora ya tenía claro contra quién debía mostrar su resolución - … No creo que tu sepas de eso, ¿verdad, Shaka?... -
