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—Traje algo para ti.
Había llegado de una larga noche de cacería y, por supuesto, no podía olvidarse de su hermano menor. Ahora que salía el sol era momento de dormir, pero no sin antes brindarle la cena. Lo particular era que parecía no llevar nada en sus manos.
Había llegado de una larga noche de cacería y, por supuesto, no podía olvidarse de su hermano menor. Ahora que salía el sol era momento de dormir, pero no sin antes brindarle la cena. Lo particular era que parecía no llevar nada en sus manos.
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ABs1582147 · M
Amplió su sonrisa y ladeó un poco su rostro, no pudiendo evitar divertidas y tiernas las particularidades de su menor.
—Siempre puedo quitármela para ti.
Llevó una mano a acariciar su nuca, mientras observaba la piel de su rostro. Al tacto, su piel estaba muy suave, tersa y se veía rozagante.
—Me gusta verte así, mon ange. Seguiré alimentándote y asegurándome de mantener tu semblante de esta manera.
Se inclinó para juntar sus labios una vez más, por un tiempo más prolongado.
—Siempre puedo quitármela para ti.
Llevó una mano a acariciar su nuca, mientras observaba la piel de su rostro. Al tacto, su piel estaba muy suave, tersa y se veía rozagante.
—Me gusta verte así, mon ange. Seguiré alimentándote y asegurándome de mantener tu semblante de esta manera.
Se inclinó para juntar sus labios una vez más, por un tiempo más prolongado.
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