Los brazos sirvieron de soporte para estar aferrado a su cuello, sus piernas rodeando la cintura del otro para no caer. Alternaba entre dejar besos sobre la piel de su cuello y dirigir miradas burlonas a las personas que presenciaban el espectáculo. — Me preguntó qué será ese mucho más. Suena prometedor. —

Y sin más se puso de pie, con él en brazos, marcándose en el proceso los músculos de sus brazos y espalda por el esfuerzo. Dejó sus cosas en la playa, junto a las toallas. Sus manos sostenían al varón, con los dedos enterrándose en su piel, De vez en cuando, al caminar, las masajeaba y frotaba algunos dedos cerca de su entrada— Necesitas más que un acostón, mucho más.

— Eso haremos entonces. — Aceptó, rodeando bien el cuerpo del otro con sus piernas, alrededor de su cintura. Subió sus brazos al cuello del otro, dejándolos reposar sobre sus hombros para estar en una cómoda posición al ser levantado. — No deberías de frotarte contra mi culo y pensar que te dejaré ir como si nada. Vamos que me urge un buen acostón.

— Puedo cargarte e irte tomando del culo —Sugirió mientras metía las manos debajo de su bañador, aferrándose a sus nalgas apenas y sintió la curvatura. La verdad es que ya varias personas les veían, pero parecían completamente ajenos a la mirada. Recargó la frente en los rizos rubios y sonrió— No debería de dejarme la verga tan dura y salirte con la tuya, Varick.

— No hablo así para nada, imbécil. — Rodeó la muscular figura del ajeno con sus brazos, manteniéndolo cerca de sí mismo casi con temos de perderle nuevamente. — No me niego a eso. Aunque también podría caminar frente a ti y presumirte mi maravilloso culo.

— "Intimidad" —repitió con voz aguda, conteniendo al risa. De un momento a otro, entonces, lo rodeó con ambos brazos y lo apretujó contra él, mordiendo su hombro, dejando una pequeña marquita en su piel— Yo sé que me extrañaste... Y tu culo también, ¿quieres que te lleve en brazos hasta la cama?

— Bú. Aburrido. — Abucheó al otro, bromeando con la situación pues quería ocultar qué tanto lo deseaba. Se quedó quieto, frenando todo tipo de roce entre ambos. — Llevaba tiempo sin intimidad. No lo malinterpretes señor egocéntrico. — Le dio un golpe a su brazo.

— No te voy a follar a media playa, Varick —Y no era por falta de ganas, ni por las miradas, simplemente odia la arena en lugares demasiado incómodos. Tras un ligero suspiro y la mirada ya endurecida, se incorporó, apoyado en sus brazos para quedar de frente al pirómano.— ero decías que no me habías extrañado.

Esta vez su atención se centró totalmente en el hombre debajo suyo, específicamente en el bulto que se frotaba contra la parte trasera de su bañador. Comenzaba a perder la cordura, pues la lujuria se adueñaba de él. Marcó los movimientos de su cadera más, dando discretos rebotes, simulando montarlo. — No me reclames... Hace tanto no te sentía contra mí ni adentro de mí. Eres una tentación andante. —

Justamente, el tiempo le hacía olvidar lo mucho que a Varick le gustaba jugar con fuego. Y lo mucho que a él le encantaba que lo hiciera. Realmente, para Avery jamás había sido un problema demostrar nada en público, la confianza que desbordaba el rubio era casi una grosería. Se acomodó mejor y ayudó a enfatizar el movimiento, correspondiendo el vaivén casi al instante. Su mirada fija en él, mientras su cuerpo reaccionaba irremediablemente a la provocación. — ¿Desde cuando eres tan mal portado, eh?