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—No era tan mal nombre ahora que lo decía en voz alta, en su mente había sonado algo simple pero sonaba realmente bien y muy acorde a su nueva apariencia. Después de dejar esos pensamientos a un lado sus ojos se concentraron en observar a su compañero delante de ella, orejas y actitud gatuna; no había duda de que él era el otro portador de un miraculous como Tikki le había explicado, el miraculous de la destrucción. Miraba al chico moverse y pensar en algo hasta que nuevamente su voz se escuchó. ¿Chat Noir? Sin duda ese nombre también le iba a la perfección con el atuendo que portaba y sin duda podía afirmar que él estaba totalmente encantado con la idea de ser una especie de superhéroe—



¿Chat Noir? De acuerdo, me parece que nuestros kwamis o esas cositas voladoras que venían con nuestras joyas ya sabían que esto pasaría.

—Eso probablemente era cierto, si los kwamis poseían información que mejor que compartirla, después de todo iban a ser compañeros para... ¿Para qué? Tikki no le habló de algo o de alguien, estaba comenzando a preocuparse un poco, pero la actitud despreocupada y un poco coqueta de Chat Noir aligeraba un poco más el ambiente para ella—

Me alegra no hacer esto so... —¿Qué estaba pasando? De repente el suelo comenzó a moverse, ocasionando que la alarma de los autos se encendiera, lograba escuchar pisadas a lo lejos, grandes pisadas. Se giró para observar a Chat que estaba tan sorprendido como ella— Tenemos que investigar ¡Vamos! —Tomó su yoyo y lo lanzó hacia uno de los edificios, no quería parecer torpe ahora que tenía compañía—