[i]”¿Acaso me vio cara de huérfana necesitada?”[/i] Pensó, ignorando toda palabra emitida después de su tan absurda invitación. Ruby no se imaginaba ni 10 horas cerca de Tsukishiro; seguramente moriría de aburrimiento. Después de todo, no era divertido si no lograba arrancarle esa sonrisa amable de su rostro. ¿Cómo podía ser alguien tan... así?
Desvío su mirada, no tenía caso jugar a la” linda” contra tal amabilidad. No, estaba decidida a quitarle esa molesta sonrisa a como diera lugar. ¿Qué mejor desafío que ese? Su sonrisa retomó lugar entre sus labios y añadió en murmuros.
[i][c=#7300E5]—Deja de actuar tan gentil conmigo, a mí no me podras comprar con tu apariencia de amabilidad. Por el contrario, sólo provocas que deseé quitarte esa molesta sonrisa del rostro.—[/c][/i]
[center]Una grácil sonrisa decoró su rostro ante dicho halago de parte del guardián de la pequeña Sakura.
[i][c=#7300E5]—Aproveché que Eriol tuvo que regresar a encargarse de unos asuntos y me inscribí en el mismo curso que Touya y tú. Digamos que vine a divertirme un poco más a la Ciudad de Tomoeda.—[/c][/i] Comentó con total descaro en su hablar, siempre acompañada de esa grácil sonrisa que la caracterizaba. Estaba segura de que su aburrimiento quedaría en Inglaterra. [/center]
[center][i][c=#7300E5]—Espero que podamos divertirnos juntos, de nuevo.—[/c][/i]
