Se mantuvo observante hacia el individuo frente a ella, siempre con aquella sonrisa marcada entre sus labios. Ver su confusión le divertía en sobremanera, deseaba saber cómo reaccionaría al verla. Lamentablemente eso no pudo ser debido a la intromisión de su contraparte. Ante ello, exclamó a modo de burla.

—¡Y el guardián Yue hace acto de presencia para salvar la cordura de su identidad falsa!— La curvatura que mantenía entre sus labios se amplió al verlo. Es verdad, no sentía arrepentimiento de lo que había hecho y aquella mirada que intimidaría a cualquiera, a ella le provocaba diversión. Pronto, respondería a su prime interrogante.

—¿Que qué hago? ¿No es evidente? Me divierto~ Algo que tú jamás comprenderías.— Con cada palabra que musitaba demostraba la carencia de respeto hacia su contrario, mofándose en su cara como si con ello buscara pelea. Inclinó suavemente su cabeza y cruzando sus brazos, respondió a su “recomendación”.