Intuyendo la siguiente acción por parte de su contrario, retrocedió en el aire con elegancia haciendo uso de sus alas y una vez estando a una distancia prudente, detuvo todos los ataques al colocar una barrera mágica frente a ella.
No pudo evitar esbozar una fina sonrisa que denotaba diversión y satisfacción. Le divertía ver lo fácil que era capaz de alterar al guardián más serio de los cuatro.
Yue no solía mostrar expresiones, pero era clara su irritación y rencor hacia la nueva guardiana de Clow. Su mano se colocó sobre el pecho contrario para liberar una gran cantidad de cristales mágicos dispuestos a atacarla sin miramientos. – No me toques. – Fue lo único que salió de sus labios para posteriormente envolverse en sus alas y regresar a ser Yukito, ya había tolerado suficientes tonterías por un día.
—Fueron cinco minutos en los que controlé mi impulso de caos, así que sí, lo fueron.— Le picaba la mejilla al serio guardián con tal de fastidiarlo un poco y recuperar esos cinco minutos de paz que bien pudieron ser de caos. (??)
- ¿Era una tregua? – La observo inmutable y analítico para posteriormente mirar hacia otro lado con desinterés. – Yo solo acepte esta fotografía porque Clow así lo pidió. -
