La sonrisa se amplió, siendo imposible el reprimirla ante las palabras de Andi. incluso rió y alzó una de sus cejas por un momento— ¿Ah? ¿Tú te llevarás el botín? Define eso, porque si vamos a hacerlo juntos, será para ambos. —le reclamó con un nuevo beso que duró un poco más, pues mordió el labio ajeno, estirándolo hasta soltarle sólo para desviar los labios hasta su oreja derecha, recorriendo el camino en un roce que halló fin en el lóbulo— Tendrás que dejarme ir bien presentable, porque seré yo tu carta de distracción ¿Recuerdas? Así que nada de arruinar mi cabello y vestido antes de irnos... Quizá te deje hacerlo después. —le condicionó, a sabiendas de que quizá sería todo lo contrario.
-Noto la espontánea y siempre inesperada actitud de Kaalia. Pensó en dar un paso hacia atrás pues no podía predecir que iba a hacer, sintió los brazos en sus hombros y como era atraído. El beso era esperado, entrecerro sus ojos como siempre hacia. Le sostuvo el mentón con la diestra, mientras permitía que tirara sus pelos hacia atrás. Andi estaba sobrio, y bastante descansado, por lo que sus ojeras eran simplemente naturales en el. Su sonrisa fue cómplice y delatadora- Tengo un traje de lo más bonito, prestado, obviamente. Pero creo que serás tu quien llamara toda la atención y yo me quedaré con el botín...-Ante su desafío, el redobló la apuesta- ¿Y por qué crees que tenía intenciones de dejarte ir?
Sonrió de costado con sólo escuchar aquello, estirándose un tanto antes de incorporarse y plantarse frente a él con ambas rodillas sobre el sillón, igualando su altura con ello— Nunca, nunca nos aburrimos. —secundó con ambas manos deslizándose por los hombros de Andi, atrayéndole en un abrazo que se coronó con un beso, breve pero significativo al finalmente asentir— Está bien, hagamoslo. Vas a tener que vestirte para la ocasión, quiero ver eso. —rió de sólo pensarlo, no con sorna, sino con un gusto anticipado que proyectó al echarle el cabello para atrás, despejándole el rostro; mordiéndose el labio inferior al reprimir su sonrisa— Pero corres el riesgo de que no te deje salir de casa tan fácilmente. —advirtió, riendo.
Los resultados siempre son buenos para ¡La suerte siempre está de mi lado! -Menciono al recibir la irónica caricia en su espalda. Sonrio de lado, de manera tramposa- ...Así no te quejas que te aburres conmigo. -Dijo con un ápice de orgullo, mientras le tallaba el mentón con su diestra, observandole directamente a los ojos- Andi y Kaalia jamás se aburren ¿No?
— No dudo de tus ideas, dudo del resultado que esperas obtener. —le consoló de alguna manera al frotarle la espalda— ... Está bien, hagámoslo. Si todo sale mal sólo nos quedará correr o morir, no suena tan mal ¿No? —la idea de Andi no era más que escabullirse en una fiesta privada de la mafia dura, hacerse pasar por invitados sólo por las drogas de buena calidad que ahí habría ¿Pero ella? Bueno... Sólo le acompañaría.
