Su alegría era demasiado contagiosa, la rubia no pudo evitar sonreír y soltar cortas carcajadas al escucharlo. Le encantaba su entusiasmo, le alegraba el día.
— ¡Claro! Algo dulce no estaría mal. — Le responde con la misma emoción. Luego, al escucharlo lo último de su contrario, asiente con su cabeza pero sin antes decirle: — Gracias, Chat. — Le agradeció antes de que se fuera, aunque no estaba segura si la había escuchado.
Tomo con suavidad la mano contraria para dar un beso en el torso de esta y posteriormente echar a correr a un callejón para alimentar a Plagg y recargar batería para volverse a transformar.
Salió de debajo de la mesa el súper héroe con una sonrisa carismática. [code] – Me descubriste. – [/code]Rio un poco para tomar asiento frente a ella, se sacó el peluche de su mano para poder entregarlo a las manos contrarias. [code]– Te escuche llorar y supuse que había algo mal, ¿Quieres contarme que ocurrió, Minou?, ¿Sabes? La regla es que cuando alguien está triste le ofrezcas una bebida caliente. ¿Te invito por un chocolate caliente? – [/code]Se levantó animadamente intentando contagiarle esa alegría, extendió su mano derecha hacia la rubia para ayudarla a levantar, no espero una respuesta pues estaba determinado a secuestrarla unas cuantas horas. [code]– Solo dame cinco minutos y estaré de regreso para dedicarte todo mi día. – [/code]
Luego de haber salvado el día, la azul se había encontrado un lindo conejito de camino a la casa, y ella como fan de los animales lo llevo a la casa. Estaba muy emocionada por tener una nueva mascota, pero para su mala suerte, el profesor Utonium no dejó esta vez que se quedara con el pequeño, porque ya tenía un gatito y sería mucha responsabilidad tener otro animal. La rubia lo entendía, pero al ser más sensible, aquello le afecto mucho porque tuvo que dejar ir al conejito. Sus hermanas trataron de consolarla, pero nada resultaba, así que decidieron dejarla sola. Luego, sintió un ruido y volteo a ver de qué se trataba y su sorpresa fue al ver aquel peluche en forma de gato. Pestañeo confundida, pero luego se dio cuenta de quien se trataba. Una pequeña risita salió su boca. — ¡Chat noir! ¿Qué haces aquí? — Le preguntó con una dulce sonrisa. En ese momento había olvidado el porqué estaba triste.
[code] - ¡El mejor héroe de Paris me dijo que su súper heroína favorita estaba triste! ¡Así que vine a animarla! - [/code] Mencionaba el peluche en manos de Chat Noir quien se escondía debajo de la mesa para estirar su mano lo más que podía y alcanzar con la pata del peluche los ojos de la rubia, limpio los ojos de esta con cuidado. [code]-¿Sabes? No deberías de desanimarte, en mi opinión eres la heroína con más corazón de todas, así que ¡Sonríe! –[/code] Le trataba de animar Chat Noir con el peluche.
Chat Noir siempre había pensado que Ladybug y el eran los únicos héroes que existían, pensamiento ingenuo de su parte, sin embargo al conocer a tres nuevas heroínas no pudo evitar admirarlas sin embargo había una en específico con la cual gustaba de convivir cada vez que se encontraban, Chat Noir y Ladybug habían salvado el día nuevamente. Aquel súper héroe felino se deslizaba por los tejados de Paris, iba a buscar un lugar seguro en el cual retirar su transformación pero el llanto de una joven atrajo su atención, por lo general Bubbles era más vulnerable y susceptible que sus hermanas, cualidades que le parecían encantadoras al felino, su anillo parpadeaba pero se dijo así mismo que aún tenía tiempo, se acercó hasta la joven debajo de las mesas utilizo un peluche de un gato negro de ojos verdes como marioneta para poder llamar la atención de la Súper Poderosa.
