Suspiró encogiendo sus hombros, un día de estos las operadoras acabarían drenando su sanidad. Quería cuidarlas a cada una de ellas y eso incluía el descontrol de la bebida. — Si, decidí cambiarlo...— Retiró la botella que tenga entre sus pechos con cuidado y cerró la gabardina, aunque en realidad apenas y subió la cremallera.

—¡Doc!— De repente siente calientito, aunque no de la manera divertida. Se acomoda la gabardina. —Huh... ¿cambiaste de perfume? huele bien.

— ...!!!!! — Ni siquiera le da el trago a su bebida, se levanta rápidamente y corre hacia ella colocando su gabardina sobre su cuerpo. — Blaze ..