« Back to Album · Next »
— Peeta... —lo llamó con ausencia, como si hubiese sido algo involuntario pero deseado desde lo más recóndito de sus cavilaciones. Carraspeó, buscando arreglar el desastre; sabía que se iría, que partiría a su casa, que sería de nuevo Peeta el panadero, peeta, el tributo, peeta, el vencedor... Peeta, el hombro que necesitaría para soportar la carga, para apaciguar sus pesadillas o al menos compartirlas; no estaba lista, no habían más cámaras, no había más que el frío rasgándole las mejillas y el espíritu volviendo poco a poco a su cuerpo. La Gira de la victoria había terminado, pero el...
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
y perderse sobre los labios de Peeta, abriendo los ojos de a poco hasta reflejarse en los ajenos.— ¿Cómo haces para borrar la realidad con un beso? —dijo tan ajena de si misma, ésta vez abrazándolo con fuerza, refugiándose en su cuello con la necesidad de gritar, llorar a rabiar y autodestruirse una vez más; sin embargo, en él hallaba la calma, la medicina justa para sopesar sus males. —Haymitch quiere vernos... —susurró con el corazón alterado, temía algo, como si la vida misma se le escapara de las manos... y sin saberlo, esa misma noche el Capitolio anunciaría el Vasallaje de los 25.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment