[code]Hacía meses hubiera deseado que existieran los barrotes que los separaban, pero ahora... Era difícil de aceptar que necesitaba de su cercanía, que a pesar de todo quería permanecer junto a él, incluso con su humor hosco; tal vez, asumía ella que podría ser a causa del lazo que innegablemente les unía: el ser padres de ese pequeño en sus brazos, no podía llamarse su "esposa" como solía hacerlo bajo las reglas del Santuario, pero aún así, se sentía comprometida de alguna manera con él, ligada más allá del lazo de sangre que juntos habían creado y que tomaba forma en ese dulce ser inocente que se aferraba a los dedos de su padre entre suaves quejiditos llenos de vida.- Sé que puedo confiar en él... Sé que ha sido otra víctima de las circunstancias y que si hizo lo que hizo es porqué sintió que debía hacerlo, como líder, como padre y como un hombre que al final del día ha perdido tanto como todos nosotros...[/code]