@༌ Oʀᴀɴɢᴇ ༌: – Inhabitual en él salvo en presencia de sus hermanos, White esbozó una cálida sonrisa al ver la felicidad genuina en su hermana y correspondió a su estruje, cuidando al cachorro cómo prioridad, por supuesto. Poco a poco lo pasó a los brazos ajenos. – Debes mojarle la comida un poco aún. Y es torpe, no dejes que vaya por los escalones porque se podría traumar de un golpe.
*La sonrisa de la pelinaranja se amplió sin que ella se diese cuenta al presenciar el buen trato que White daba al cachorro de su mismo color. Sus ojos aún destelleaban como estrellas, pero todo se juntó en su rostro como una explosión de felicidad al escuchar las palabras de su contrario* ¿De verdaaad? ¡Bien! ¡Lo cuidaré como si fuese mi hijito! *Sintiéndose triunfante, se acercó a abrazar a White cuidando de que el cachorrito tuviera suficiente espacio en medio de ellos* ¡Abrazo familiaaar! {?}
@༌ Oʀᴀɴɢᴇ ༌: – La pequeña cola curvada del cachorro se quedó estática mientras escuchaba las palabras de Orange, quien tenía toda su atención. Volvió a oscilar en cuanto le dejó de hablar, pero ahora estaba fijado el cachorro con ella. El mayor lo tomó, empuñando su pellejo para cargarlo tendido de su propia piel tal cual la naturaleza lo había diseñado. White sonrió un poco, besando múltiples veces la barriga del cachorro antes de acunarlo en su brazo y dirigir una seria mirada a Orange. – Lo cuidarás muy bien y me lo traerás antes de dormir, ¿entendido?
Aaw... ¿No le gusto? *Sus brincos cesaron, y se quedó quieta en un costado del albino, observando al cachorrito con la intensidad con la que un fan del arte observa una obra* ¡Hola Jeffrey! Me llamo Orange. A veces me llaman Oreo no sé por qué {?}
@༌ Oʀᴀɴɢᴇ ༌: Se llama Jeffrey. No le gustan los desconocidos. – El cachorrito luchaba por mantenerse sobre su cabellera blanca, a veces su pata se enredaba en los rulos del mayor y por ello pataleaba un poco más animadamente. –
