A pesar de haber perdido su visión parcialmente, aún lograba distinguir siluetas y formas nebulosas, pero su oído era el mejor aliado y, gracias a ello, logró dar con una cascada. Terminó por tomar un pequeño baño bajo esta, relajado y refrescándose al sentir demasiado calor de pies a cabeza, no precisamente por la temperatura si no por la temporada.
Como animal temeroso pero no por considerarse una presa sino por haber sido descubierto por aquel joven, comenzó a inquietarse, pues no sabia como explicar su presencia en ese lugar sin sonar fantasiosa su historia. Pero ya había sido descubierto, y no había nada que hacer, pues huir no era una opción.
Se levanto, pues se encontraba en cuatro tras aquel arbusto, su gran tamaño fue revelado en cuanto lo hizo y con una gota en su sien comenzó a hablar con algo de vergüenza pero siempre mostrando un rostro estoico. —Lo lamento, no fue mi intención perturba tu paz y mucho menos espiarte. Mi nombre es Set y estoy perdido.—
