Tras haber desaparecido por bastante tiempo, había regresado en el oleaje de las aguas, llevándolo hasta la orilla de la playa donde quedó varado en la arena. Ignoraba cuanto tiempo había pasado, de hecho ni siquiera estaba consciente, lo último que recordaba fue una tormenta que acabó en huracán.
Yo te agradezco este bello regreso.. Pensé que te habían llevado las aguas, Camaroncito.
-Se quedó descansando finalmente, posó su mejilla en su torso y se quedó dormido, había estado muy ocupado esos días y tenía olor a sangre en las manos, se había lastimado hace relativamente poco tiempo-
Estoy felíz.. -El joven Wei susurro entre sueños y cuidando de Kai, no le pasaría nada-
Sorprendido al terminar con él casi encimado, terminó sonriendo ante el abrazo, respondiendo suavemente y acariciando sus cabellos, feliz de saber que le echó de menos también, que no le había olvidado y que fue él mismo quien le salvó de nuevo, igual a aquella vez.
—Pececito... De nuevo eres mi salvador. Te lo agradezco tanto~
Murmuró suavemente, cerrando los ojos para relajarse, pues de todas formas no podía ver realmente mucho.
-Trató de alimentar a Kai pero tenía tantas ganas de abrazarlo que cuando dijo eso último dejó el plato y se acercó casi recostandose sobre el contrario. El patriarca le rodeaba con sus brazos con el corazón en la mano, lo había extrañado mucho-
Yo.. Pensé lo peor Kai... pensé que yo ya no te..
-No podía terminar, el regreso del pecesito lo había emocionado, no cabía duda de que haría todo lo que estuviese a su alcance para mejorarlo y ayudarle a curarse completo-
La sonrisa en sus labios fue amplia, manteniéndose atento a su alrededor, intentando reconocer la figura ajena enfrente suyo y subiendo las manos en un intento de tocarlo, de delinear su rostro.
—No sé que sucedió... La tormenta me arrastró...
Musitó apenas, antes de sentir el aroma de la comida y abriendo la boca para recibir el bocado, comiendo tranquilamente, suspirando con alivio pues se notaba que no había logrado comer bien en un tiempo, estaba aún más delgado y con menos músculo que antes.
-Sujetó su mano extrañándose de escuchar que no veía, tal vez el agua o algo más había lastimado un poco sus ojos, abrazó su cuello un poco apoyándo sus labios en la mejilla del tritón, había esperado mucho tiempo por verlo-
Tranquilo, puedo sanarte. Ahora debes comer algo para recuperarte y necesitas comer mejor..
-Tomó con los palillos un poco de pescado y algunas verduras para dárselas en la boca, sabía algo de medicinas porque una jovencita médica le enseñó algunas cosas para mejorar sus habilidades-
Abrió los ojos lentamente luego de tanto reposar, aún vería borroso y puras siluetas, pero era mejor su visión a comparación de antes. Al escuchar aquella voz, pudo sentir el suave aroma de la comida, suspirando y tratando de levantarse con cuidado, aturdido pero con mayor fuerza también, mirando alrededor.
-Estuvo vigilando el progreso de las medicinas, abrigando una y otra vez al tritón y poniendo una toalla fresca sobre su frente, en un momento se separó de él para ir por unas papas y arroz para prepararle una sopa-
Pronto te sentirás mejor..
-Encendió un pequeño fuego y colocó los ingredientes en la olla, agregó agua y mezcló lentamente hasta que los vegetales y las papas estaban listas. Agregó un poco de picante hasta ver un tono rojo en el agua y después sirvió un poco en una cazuela llevándole a Kai-
Poco a poco se fue calmando, volviendo a cerrar los ojos y suspirando para poder reposar de nuevo, intentando mitigar la migraña. Pasaron los minutos, antes de volver a caer dormido profundamente para recuperarse, no era para menos por el ajetreo, cansancio y debilidad ante la falta de alimento durante semanas.
Debes descansar Camaroncito.. No te muevas y mañana estarás mejor.
-Tocó su mejilla con una sonrisa para verificar que no tuviera fiebre, juntó sus frentes para mejorar la exactitud de lo que buscaba y pudo ver qué no era eso, se había dando un gran golpe en esas olas. Abrigó al tritón con mucho cuidado y varias mantas-
Te extrañé. Pronto tendremos tiempo para conversar..
-Besó su rostro antes de ir a cambiar el incienso, algo para que pudiese dormír tranquilo-
Nuevamente escucharlo le causó confusión y curiosidad. En cuanto pudo ver mejor, buscó de inmediato su rostro, topándose con aquel patriarca que le dejó sorprendido.
—¿Wei... Wuxian? ¿Pececito?
Sufrió de una horrible migraña en ese instante, sujetándose la cabeza y con algunos quejidos por el dolor, terminando de nuevo recostado, intentando calmarse, respirando incluso algo agitado.
