-Es mi deber portar el Kwami con responsabilidad y que me permitan trabajar con ustedes.

Dio una reverencia, si bien Kagami siempre tenia respeto por los adultos, por un ser tan fuerte como un Kwami era mayor, pues gracias a ellos podían estar en paz y evitaban que Hawk Moth se saliera con la suya akumatizando a todos los ciudadanos de Paris.

-Soy muy mal educada, te detuve de que comieras tu galleta ¿Me permites invitarte otro dulce?

Menciono dedicándole una ligera sonrisa, pues si estaba apenada de haber interrumpido la comida de la pequeña Tikki.

• Con gusto, la pequeña Kwami no dudo en dejar completamente de lado su galleta, para así flotar un poco y colocar una de sus diminutas manitos sobre el dedo de Kagami, en un peculiar apretón. •
— Gracias a ti por siempre estar dispuesta a ser una portadora y prestar tu ayuda. Todos estamos muy agradecidos contigo. —
• Soltó el dedo de la joven, para así dirigirse frente a su rostro al momento de decir todo aquello, realmente estando muy agradecida con ella. Dudaba que alguien más pudiera adaptarse tan bien a Longg como Kagami. •

Kagami esbozo una ligera sonrisa cuando escucho el nombre de la Kwami, así que ella le daba los poderes tan maravillosos a Lady Bug, realmente era adorables llevo la mano hacia ella y estiró su dedo para que simbolizada un “apretón de manos”.

-Es un honor conocerte Tikki, gracias por ayudar a Lady Bug y brindarle tus poderes para que proteja París.

Observaba al pequeño Kwami, era realmente curioso como todos se parecían pero a la vez eran diferentes, así como sus poderes pero con un trabajo en común que era ayudar a su portador.

Tikki pronto reconoció a la joven asiática como la portadora de Longg. Por lo que deja un momento su galleta, centrando sus grandes ojos en Kagami. — Soy Tikki, la Kwami de la creación y quien le da sus poderes a Lady Bug. — Se presenta educadamente y con una sonrisa, no teniendo problemas en decir su identidad a un portador.

-Tu debes ser uno de los Kwamis de Lady Bug, tienes cierto parecido a Longg, mucho gusto mi nombre es Kagami- Estaba perfectamente consciente de quien era, y tal vez ella sabia de quien se trataba la joven, pero de igual forma, siempre era agradable encontrarse con seres buenos que se preocupaban por la seguridad de Paris y sus habitantes.