⨯ Ꮺᴏ sᴇxʀᴏʟ ⬦ Ꮳᴀɴᴏɴ & ଌᴇᴍɪ ᴄᴀɴᴏɴ ⬦ Ꮺsꜰᴡ ᴘʜᴏᴛᴏs ⨯
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ludVldps · M
Rol Mode Off: Será un honor dar inicio, madame.
** Era una noche tranquila, tanto para lograr impacientar a un oscuro ente que se divierte ante los charcos de sangre y detonar de municiones por doquier, había concluido ese deber de sacar la basura en nombre de la organización ante la cual trabajaba, Hellsing, aliados en potencia de la misma corona inglesa, el pálido sujeto acompañado de un aura maléfica, con una psicópata personalidad, sedienta de sangre y batalla, destinaba sus pasos lentos, sin afan alguno, a retornar a la mansión que ha heredado Integra; Estaba varias fronteras de distancia, el bien vestido con ropas victorianas clásicas, como lo era su sombrero, atuendo de gabardina roja, pantalón oscuro, chaleco de mismo color, guantes blancos, botas negras, camisa blanca y corbata escarlata, de él se nota un semilargo cabello liso y negro, piel extremadamente pálida, como si por sus venas no circulara la sangre de un mortal ordinario, sobresalen colmillos en su afilada y destellante dentadura, mostrada por una sonrisa amplia.
La luna llena, tan grande como solo se puede apreciar una vez al mes, iluminaba su radiar sobre los lentes oscuros que esconden los carmesís ojos del llamado "rey no muerto", el primerizo de los de su especie, Drácula.
Era claro, que podía percibir el aroma de cualquier fuente de sangre, pero sus sentidos, indicarón al nosferatu que rondó las ruinas de un pueblo devastado décadas atrás por la segunda guerra mundial estaba habitado por algo más, pese a su sonrisa, su interior se frustraba, no podría ser un espectro más, eso, debió ser algo inerte que el viento pudo hacer mover, pero casi nunca se equivocaba, su experiencia le indica llevar su diestra al interior de su gabán, donde tomó el mango de una de sus armas de fuego, el vampiro exterminador de vampiros, lanza una advertencia al aire, como una poesía del ambiente adjunta a lo que sea que estuviese allá afuera entre el sector rural del norte del Reino Unido, límite aún en disputa entre protestantes y católicos.
Que magnífica luna, sería una pena no poderla teñir con sangre.
En una voz audible, ya que el escenario cuenta con la acústica para hacer que sus palabras puedan emitirse en ese perímetro, deteniendo de lleno su andar, para pronunciar una última vez por parte de Alucard. **
Ahora sal criatura extraña, no me obligues sacarte en más de una pieza.
** Era una noche tranquila, tanto para lograr impacientar a un oscuro ente que se divierte ante los charcos de sangre y detonar de municiones por doquier, había concluido ese deber de sacar la basura en nombre de la organización ante la cual trabajaba, Hellsing, aliados en potencia de la misma corona inglesa, el pálido sujeto acompañado de un aura maléfica, con una psicópata personalidad, sedienta de sangre y batalla, destinaba sus pasos lentos, sin afan alguno, a retornar a la mansión que ha heredado Integra; Estaba varias fronteras de distancia, el bien vestido con ropas victorianas clásicas, como lo era su sombrero, atuendo de gabardina roja, pantalón oscuro, chaleco de mismo color, guantes blancos, botas negras, camisa blanca y corbata escarlata, de él se nota un semilargo cabello liso y negro, piel extremadamente pálida, como si por sus venas no circulara la sangre de un mortal ordinario, sobresalen colmillos en su afilada y destellante dentadura, mostrada por una sonrisa amplia.
La luna llena, tan grande como solo se puede apreciar una vez al mes, iluminaba su radiar sobre los lentes oscuros que esconden los carmesís ojos del llamado "rey no muerto", el primerizo de los de su especie, Drácula.
Era claro, que podía percibir el aroma de cualquier fuente de sangre, pero sus sentidos, indicarón al nosferatu que rondó las ruinas de un pueblo devastado décadas atrás por la segunda guerra mundial estaba habitado por algo más, pese a su sonrisa, su interior se frustraba, no podría ser un espectro más, eso, debió ser algo inerte que el viento pudo hacer mover, pero casi nunca se equivocaba, su experiencia le indica llevar su diestra al interior de su gabán, donde tomó el mango de una de sus armas de fuego, el vampiro exterminador de vampiros, lanza una advertencia al aire, como una poesía del ambiente adjunta a lo que sea que estuviese allá afuera entre el sector rural del norte del Reino Unido, límite aún en disputa entre protestantes y católicos.
Que magnífica luna, sería una pena no poderla teñir con sangre.
En una voz audible, ya que el escenario cuenta con la acústica para hacer que sus palabras puedan emitirse en ese perímetro, deteniendo de lleno su andar, para pronunciar una última vez por parte de Alucard. **
Ahora sal criatura extraña, no me obligues sacarte en más de una pieza.