Aquella agua, sería la que revelaría el futuro que le esperaba. No sentiría la necesidad de respirar bajo el agua, no habría sensación de estar mojada, sus ojos solo serían capaces de percibir una serie de imágenes que mostraban fragmentos de vida. Ahí, ella podría observar dos figuras: un hombre de cabello blanco y una mujer de cabellos negros; él acariciaba con alegría el vientre de su amada, ambos lucían enamorados y orgullosos.

¿Los ves? Esos dos, son los que te darán vida, tendrás un compañero, es decir, un hermano.

La visión continuaba, se podía ver a dos niños: una niña de cabello blanco y un niño de cabello negro; la pequeña en brazos de su padre, el niño en los de su madre, parecían una familia feliz. La imagen se ensombreció con una especie de nube que parecía apagar el brillo de la escena misma, borrando las sonrisas que la familia parecía tener.