La práctica simplemente se salió de control, el flacucho e inofensivo castaño realmente era una criatura demasiado resistente y tan fuerte como la mujer que tenía frente a él pero su principal destreza era su resistencia; cuantos golpes directos no había recibido y aún así no derramaba ni una gota de sangre ni tampoco cedía ante la presión; lo mas cercano que derramaba a sangre era humo cada vez que la mujer lograba acertarle un golpe.
— Terminemos esto quieres? Ya te desgarraste la ropa por andar de terca! Se supone que es una práctica y te lo tomaste demasiado enserio jajaja!