Soltó una tímida risita, mordiendo su propio labio inferior después, era un hábito inconsciente.

Se reincorporó sobre la cama, despejando un lugar para su novio justo a un lado suyo. —Ven aquí conmigo, yo cuidaré de ti. ♡ —Palpó aquel espacio, invitándolo y al mismo tiempo incitándolo a recostarse junto a él.

— 응 자기야. — Conservaba un volumen bajo de ápices sutiles en su propia voz añadiendo la cálida como amorosa sonrisa; lo que menos deseaba era asustarlo ante el atrevimiento que se atribuyó.

— No. — Negó en seguida utilizando su cabeza y entre tanto deleitarse del suave tacto al posar la propia mano sobre la de su adorado hyung.
— Deseaba observarte durmiendo. Eres mí bello durmiente. (?) — Pese a que su halago sonara cual broma sosa lo decía muy en serio, quizás a su extraño modo.

Una dulce vocecita fue aquella que lo arrebató sutilmente de los brazos de Morfeo, sus párpados se deslizaron con suavidad mientras sus ojos trataban de enfocar la silueta enfrente suyo. —정국이…? —Finalmente vio el rostro de su amado, dedicándole una tierna y adormilada sonrisa a la vez que llevaba su diestra sobre la mejilla ajena. —¿Qué sucede, no puedes dormir?

— 당신은 천사처럼 아름답습니다... — Admirarlo en cada instante es lo que más adoraba hacer, para Jeon no existía momento en que no lo hacía. ¿Y cómo no ser devoto a la belleza de su amado hyung? Si tan solo con una sonrisa bastaba para amarlo eternamente.