— ¿Por ahora? — Exclamó, abriendo sus ojos, indignada, para luego fruncir levemente su ceño. Tomó entre sus manos el rostro de su contrario y aplastó sus mejillas, cómo castigo. {?}

Una particular sonrisa rectangular se mostró sobre los labios del joven, quien a pesar de aquella mirada se mostraba tranquilo. —Seré un buen hermano y te haré caso… al menos por ahora. —Bromeó entre una tierna risita.

— Más te vale. — Le advierte, amenazándolo con la mirada. Pero luego, una sonrisa apareció en sus labios. — También te quiero mucho. — ♡

Su hermana tendría su carácter, pero la verdad a él le resultaba adorable. La abrazó entonces, tomándola entre la manta que ella antes le había puesto encima. —Te quiero mucho, noona. Prometo ser más cuidadoso. — ♡.

— No importa, igual puedes atraer miradas lujuriosas. — Exclamó, haciendo un mohín infantil. Estaba exagerando, lo sabia, pero así eran los celos de hermana. {?}

Hace una expresión graciosa, sacando la puntita de su lengua después de recibir aquel golpecito. —Sólo es la espalda. —Le hace ojitos.

— Y tú no te exhibas tanto. — Junta su dedo medio con su pulgar y le da un leve golpe en su frente.

Se cubrió con la manta, dedicándole una tierna sonrisa. —Agradezco siempre lo bien que cuidas de mí.

— Cuidando a mi hermano. — Respondió como si fuera lo más lógico.

—Pero-… —Lleva la diestra sobre sus propios labios, cubriendo estos mientras tiernas risitas se le escapaban. —Noona, ¿qué haces?