« Back to Album · Next »
‘.

La hora del té se vio interrumpida con el brioso azote de las puertas; las damas de compañía miraron a la entrada, donde uno de los soldados yacía acalorado y ansioso. A éste, le siguieron unos cuántos militares más, todos con la misma expresión que el primero.
◦ — Doamnā, es imperioso que nos acompañe a la celda del Este. Ha llegado... No sé cómo describirlo. No es de aquí... — Jadeante, se acercó paso a paso a la nada sorprendida reina.
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
NdV1572328 · M
Abrió las alas, obligando a la estructura de piedra a resquebrajarse para poder así darle espacio y comenzó a agitarlas con torpeza de arriba hacia abajo, debido al movimiento la fuerte ventisca no se hizo se esperar y el resto del techo fue cayendo para crear una salida; empero, aunque era toda su intención tomar la palabra de Kassia e irse para nunca volver, no pudo. Sus patas ya no tocaban siquiera el suelo sucio cuando volvió a transformarse de a poco en un humano; las preguntas no paraban de llegar a su cabeza: ¿por qué tan pronto?, ¿voy a morir ya?, ¿qué me hicieron?
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment