— Eso es inusual. ¿Bajo la orden de quién viene? — Examinó cada movimiento, una mirada, una mueca. Símbolos que delataran o dieran una pista del origen del hombre, pero al no encontrar nada, dió peso a sus palabras: eran verdad. Suavizó su propia postura, antes rígida, e inclinó levemente el rostro. — ¿Venía a una reunión conmigo? Se solicitan tantas al día que no alcanzo a recordarlas todas. —

No me lo creerá pero entré por la puerta principal, simplemente me dejaron pasar.

[Claramente estaba mintiendo, parte al menos pero no quería decirlo, por qué al principio lo tomaría como un lunático y después podría pesar que vendría a matarla, cuando sinceramente se encontraba rondando por el área. Trato de esconder la duda de su rostro, manteniendo una expresión seria en todo momento, pasando ambas manos a su propia espalda].

— Concuerdo con ello, no obstante..— La albina apartó la mirada del dragón al hombre. No hubo gesto sorpresivo, más que una ligera elevación de su ceja derecha. — Cómo entró a Arcadia? Si puedo saber.—

||: Ah, no, eso lo sé pero lo puse para causar algo interesante 😂


~No hay cuidado, es entendible cuando un reina tiene que ver por todos sus ciudadanos, no se disculpe.

{ Jajaja. Perdón. Como en sí no habíamos interactuado en rol, por eso la pregunta. No es que le olvidara.

—

— Ah, sí. Le recuerdo. Disculpe mi descortesía. Mi nombre es Kassiane, pero puede llamarme Kassia.—

~Ya hemos hablado antes, solamente que creo que me ha olvidado. Mi nombre es Kristopher Gallowmere, es un placer conocerle.

~¿Es usted una reina?

~Parece la madre de esas criaturas y algo muy hermoso de ver.