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"Kassi."Aquel apodo infantil resonó cual canto de campana en su cabeza repetidas veces hasta que meneó el rostro de lado a lado en negación. Era increíble que en esos tres años, Nerea conservara la misma alegría que brillaba en los días de inocente niñez. En un sólo segundo repasó todas las ocasiones en que su hermana la llamaba cariñosamente, tanto para jugar con muñecas ó burlar la Guardia real y salir a investigar a las afueras de Arcadia. En sus adentros deseó que esos días de paz y tranquilidad volvieran. Días en lo que su mayor preocupación eran las galletas del tarro sobre la mesa, y que hubiera suficiente leche para las dos. — Debes estarlo. Tres años viajando sólo por mares debe haberte limitado en alimentos. Imagino que comías lo que la marea provee, ¿o me equivoco? — Soltó con mera gracia. Posó ambas manos a la altura de su vientre, una sobre la otra, y caminó recta, grácil y a paso elegante a la sala..
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ssin1563614 · 26-30, F
— En tu ausencia, he aprendido sobre las criaturas que rodean y custodian Arcadia. Debo admitir que les tomé especial cariño a los dragones. Y... — Bajó los párpados. Esas otras criaturas eran aterradoras hasta en el recuerdo — Hay otras más. No sé con exactitud qué son pero, están hechas de metal y otros materiales. Ha sido complicado el acercarnos a ellos, sin embargo tengo fe en que son criaturas que podríamos usar a nuestro favor — Limpió los bordes de sus labios con una servilleta, misma que arrugó entre sus dedos con nerviosismo — Ser reina así, tan de pronto, no es como lo imaginé... Nuestros padres eran estupendos regentes. —
ssin1563614 · 26-30, F
{ Disculpa la tardanza.
— Quién diría que en tu retorno, regresarías siendo una mandamás naval. Me encargaré de hablar con los comandantes y arquitectos de Arcadia. Tenemos que revivir nuestro pueblo a como dé lugar... — La melancolía acompañaba cada una de sus palabras. Era complicado no expresarse del imperio sin que el timbre funesto apareciera. Llenó sus pulmones del dulce aroma de la sala, que pareció ablandar su ánimo. Osciló la mirada entre su reflejo dentro de la taza y Nerea. Finalmente, la dejó en ella. — Siempre me has hecho sentir orgullosa, Nery. — Sonrió cómplice a la menor — Serás un gran líder, Nerea. Mejor de lo que yo pude haber sido —

Dejó la taza de té sobre la mesa. Ella, por su parte, se hizo de una galleta de mantequilla con mermelada en el centro. Los postres con limón los apartó de su espacio personal.
— Quién diría que en tu retorno, regresarías siendo una mandamás naval. Me encargaré de hablar con los comandantes y arquitectos de Arcadia. Tenemos que revivir nuestro pueblo a como dé lugar... — La melancolía acompañaba cada una de sus palabras. Era complicado no expresarse del imperio sin que el timbre funesto apareciera. Llenó sus pulmones del dulce aroma de la sala, que pareció ablandar su ánimo. Osciló la mirada entre su reflejo dentro de la taza y Nerea. Finalmente, la dejó en ella. — Siempre me has hecho sentir orgullosa, Nery. — Sonrió cómplice a la menor — Serás un gran líder, Nerea. Mejor de lo que yo pude haber sido —

Dejó la taza de té sobre la mesa. Ella, por su parte, se hizo de una galleta de mantequilla con mermelada en el centro. Los postres con limón los apartó de su espacio personal.
N1563737 · 22-25, F
—Tal vez no podamos reabrir el puerto ahora mismo, pero podemos iniciar por la construcción: llevará tiempo. —Reflexionó. Y entonces estiró una de sus manos sin poder contenerse más, ansiosa por atrapar entre sus dedos la canasta llena de bizcochos de naranja. ¡Por todos los mares, cómo amaba esos bizcochos! No demoró en llevarse uno a la boca— Me haría muy feliz y me honraría estar a cargo de ello. Tus ideas no se han oxidado, Kassi. Sabes que aceptaría sin dudarlo. Te haré sentir orgullosa.
N1563737 · 22-25, F
Kassia había dado en el blanco: cuando tu hogar pasa a ser un gigantesco navío, simplemente no puedes esperar que el menú sea variado.
—El cangrejo sabe asqueroso. —Acotó, haciendo una mueca.
Cuando sus pasos la situaron en el centro del salón, se llenó los pulmones con el dulce aroma de la tarde, de las flores silvestres que prestaban su fragancia y de la exquisita esencia de los bocadillos.
—No sólo tengo las bases. —Se aseguró de hacerle saber.
Se permitió un momento de breve suspenso en lo que tomaba asiento justo frente a su hermana; a diferencia de ella, Nerea no había puesto especial atención al protocolo, tan sólo se deslizó en su silla de un modo femenino pero a la vez audaz—: Sino que también puedo instruir a unos cuantos acerca de cómo hacerlos funcionar. —Orgullosa de sus conocimientos adquiridos durante su travesía en altamar, sus labios se curvaron en una sonrisa triunfal. [...]
—El cangrejo sabe asqueroso. —Acotó, haciendo una mueca.
Cuando sus pasos la situaron en el centro del salón, se llenó los pulmones con el dulce aroma de la tarde, de las flores silvestres que prestaban su fragancia y de la exquisita esencia de los bocadillos.
—No sólo tengo las bases. —Se aseguró de hacerle saber.
Se permitió un momento de breve suspenso en lo que tomaba asiento justo frente a su hermana; a diferencia de ella, Nerea no había puesto especial atención al protocolo, tan sólo se deslizó en su silla de un modo femenino pero a la vez audaz—: Sino que también puedo instruir a unos cuantos acerca de cómo hacerlos funcionar. —Orgullosa de sus conocimientos adquiridos durante su travesía en altamar, sus labios se curvaron en una sonrisa triunfal. [...]
ssin1563614 · 26-30, F
donde la variedad de bocadillos esperaban y el humeante té era protagonista de la merienda. Habían arreglado ya la mesa y puesto un par de sillas. Acomodaron las cortinas, sujetándolas con un cordón para que el aire fresco paseara por la habitación. Kassia tomó asiento: espalda erguida, muy cerca al respaldo y piernas enlazadas a la altura del tobillo. Era diplomática hasta en una sencilla fiesta del té.
— Cuando salgamos de las ruinas — Comentó al tiempo en que estiró la diestra, enganchando el índice al asa de su tacita — Encontraremos la forma de mejorar nuestros navíos. Creo que tienes las bases para construir barcos duraderos, ¿cierto? Por lo que cuentas, imagino que tienes mayor conocimiento que nuestros arquitectos navales. Podría ponerte al frente de todos ellos, si deseas. —
— Cuando salgamos de las ruinas — Comentó al tiempo en que estiró la diestra, enganchando el índice al asa de su tacita — Encontraremos la forma de mejorar nuestros navíos. Creo que tienes las bases para construir barcos duraderos, ¿cierto? Por lo que cuentas, imagino que tienes mayor conocimiento que nuestros arquitectos navales. Podría ponerte al frente de todos ellos, si deseas. —
ssin1563614 · 26-30, F

"Kassi."Aquel apodo infantil resonó cual canto de campana en su cabeza repetidas veces hasta que meneó el rostro de lado a lado en negación. Era increíble que en esos tres años, Nerea conservara la misma alegría que brillaba en los días de inocente niñez. En un sólo segundo repasó todas las ocasiones en que su hermana la llamaba cariñosamente, tanto para jugar con muñecas ó burlar la Guardia real y salir a investigar a las afueras de Arcadia. En sus adentros deseó que esos días de paz y tranquilidad volvieran. Días en lo que su mayor preocupación eran las galletas del tarro sobre la mesa, y que hubiera suficiente leche para las dos. — Debes estarlo. Tres años viajando sólo por mares debe haberte limitado en alimentos. Imagino que comías lo que la marea provee, ¿o me equivoco? — Soltó con mera gracia. Posó ambas manos a la altura de su vientre, una sobre la otra, y caminó recta, grácil y a paso elegante a la sala..
N1563737 · 22-25, F
—Le he pedido una y otra vez los planos de su nave, pensaba que podrían servirnos para remodelar algunos de nuestros viejos diseños, pero no conseguí que me diera pista de ellos hasta que... —En ese momento las puertas del salón se abrieron, frenando sus palabras. Alzó el mentón en dirección a aquella repentina interrupción y quedó, en un segundo, completamente eclipsada por el aroma incomparable de los platillos arcadianos que atravesó el umbral como una bala de cañón. No requirió de la pequeña burla de su hermana para avanzar casi a trote hacia las mujeres encargadas del servicio, que no hicieron más que negar con la cabeza y una sonrisa discreta ante el torbellino que era -y siempre había sido- la menor de las hijas de aquellos reyes a los que alguna vez sirvieron— ¡Vamos, Kassi! ¡Huele estupendo! Diría que no te tendrías que haber molestado pero... ¡estoy hambrienta!
N1563737 · 22-25, F
Ser comparada con su padre llenó de dicha el corazón de la princesa, quien no se privó de enseñar una sonrisa tan grande como la voracidad de sus relatos.
—El Capitán Velkan es un hombre maravilloso. —Tuvo que coincidir con ella— Estoy segura de que te habría encantado conocerlo. Parece un hombre severo si lo ves y tratas de juzgarlo de inmediato, pero cuando lo conoces... —Sus cejas se elevaron, enfatizando lo que estaba a punto de revelar—: Cuenta unos chistes muy malos. —Apuntó, con una media sonrisa divertida— Fingía molestarse cada vez que lo llamaban "abuelo", pero todos sabíamos que en secreto adoraba ese apodo. [...]
—El Capitán Velkan es un hombre maravilloso. —Tuvo que coincidir con ella— Estoy segura de que te habría encantado conocerlo. Parece un hombre severo si lo ves y tratas de juzgarlo de inmediato, pero cuando lo conoces... —Sus cejas se elevaron, enfatizando lo que estaba a punto de revelar—: Cuenta unos chistes muy malos. —Apuntó, con una media sonrisa divertida— Fingía molestarse cada vez que lo llamaban "abuelo", pero todos sabíamos que en secreto adoraba ese apodo. [...]
ssin1563614 · 26-30, F
era terreno de Nerea.
La puerta del gran salón se abrió de par en par. Detrás, salieron un par de mucamas de facciones añejadas por el paso del tiempo, a pesar de ello, observaron con amor y respeto a ambas soberanas.
— El té está listo, majestades. — Pronunció una de ellas; después ambas reverenciaron y señalaron la dirección al festín que les aguardaba. — Vamos, Nerea. No querrás que los ratones se coman nuestros pasteles, ¿o sí? — El timbre de su voz tenía un sutil tinte aniñado y bromista. Tocó el antebrazo de la morena, invitándole a la sala indicada.
La puerta del gran salón se abrió de par en par. Detrás, salieron un par de mucamas de facciones añejadas por el paso del tiempo, a pesar de ello, observaron con amor y respeto a ambas soberanas.
— El té está listo, majestades. — Pronunció una de ellas; después ambas reverenciaron y señalaron la dirección al festín que les aguardaba. — Vamos, Nerea. No querrás que los ratones se coman nuestros pasteles, ¿o sí? — El timbre de su voz tenía un sutil tinte aniñado y bromista. Tocó el antebrazo de la morena, invitándole a la sala indicada.
ssin1563614 · 26-30, F
en caso de hundirse, el capitán se sumergía entre las profundidades del mar con su navío. Por supuesto, esos pensamientos se los guardaba para ella misma con recelo.

— Las embarcaciones de Arcadia suenan poco agraciadas con ese viejo barco que mencionas. Es una verdadera lástima que otros reinos no puedan acceder a nuestro hogar por el hechizo protector, sin embargo, me hubiera encantado conocer a ese capitán de quien hablas con tanto cariño. — Inhaló dulcemente, exhibiendo su sonrisa aperlada, herencia de Celanea, al sentirse vasta en nuevos conocimientos del mundo que jamás conocerá.
Sus ojos marinos acompañaron los movimientos de manos que enriquecían el relato. Casi podía sentirse en ese barco, con el aire "salado" del mar acariciando su rostro, despeinando su perfecto peinado. Pero Kassia era más de aguas tranquilas. El mar, definitivamente..

— Las embarcaciones de Arcadia suenan poco agraciadas con ese viejo barco que mencionas. Es una verdadera lástima que otros reinos no puedan acceder a nuestro hogar por el hechizo protector, sin embargo, me hubiera encantado conocer a ese capitán de quien hablas con tanto cariño. — Inhaló dulcemente, exhibiendo su sonrisa aperlada, herencia de Celanea, al sentirse vasta en nuevos conocimientos del mundo que jamás conocerá.
Sus ojos marinos acompañaron los movimientos de manos que enriquecían el relato. Casi podía sentirse en ese barco, con el aire "salado" del mar acariciando su rostro, despeinando su perfecto peinado. Pero Kassia era más de aguas tranquilas. El mar, definitivamente..
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