Lo que había iniciado como un mal sueño de pronto se había convertido en una revelación, la misma pesadilla consecutiva había aterrorizado a la princesa Anna durante semanas, siempre despertaba abruptamente en cuanto Hans convertido en ese feroz lobo se abalanzaba sobre de ella, sin embargo en aquella ocasión había decidido confrontar su pesadilla para dejar de temer, Anna se había quedado inerte frente aquel feroz lobo, y había recibido aquellos afilados colmillos sin titubear sin embargo la oscuridad que la había rodeado al ser atacada por Hans de pronto se convirtió en un sueño triste, caminaba cautelosa por un solitario castillo desconocido para ella, Anna se vio atraída por el llanto de un pequeño niño,