No se trataba de justificar a Hans, pero Anna jamás permitiría que alguien cerca o lejos de ella se volviera a sentir solo o echo a un lado. Hans había sido superado por las circunstancias y aun así sus acciones no eran justificables, pero ni siquiera Hans merecía tanta miseria, todos merecían una segunda oportunidad y él no era una excepción. De su petaca de viaje Anna extrajo un enorme emparedado y dos saquitos con mucho oro, el suficiente para comprar ropa nueva, alimentarse y poder trasladarse por lómenos por 3 meses, posteriormente Hans podría sostenerse con el pago de ser estratega he iría incrementando su fortuna si era determinado. ━ Apuesto a que tenías mucha hambre. ━ Le entrego todo de manera generosa y enteramente desinteresada.
━ Tranquilo, pronto estarás bien. ━ Anna retiro las esposas de detrás de la espalda de Hans para inmediatamente alzar la voz y dar una orden al capitán. ━ Al reino de Corona, por favor. ━ Anna había tenido que cobrar algunos favores, pero lo había conseguido. ━ Hans, iniciaras de nuevo, he conseguido que te acepten en el reino de Corona como un refugiado, serás el nuevo estratega de dicho reino, no es como ser rey, pero, ya no sufrirás, ninguno de los aldeanos tiene conocimiento de lo que ocurrió en Arendelle, ni siquiera la princesa, únicamente los reyes y me han dado su palabra de mantener el secreto. ━ Después de decir todo lo que había dicho, Anna soltó una enorme bocanada de aire para posteriormente dejarse caer sobre uno de los barriles de vino que Arendelle solía exportar a Corona. Había hablado demasiado y había tenido que actuar tremendamente rápido para que Elsa no se enterara de lo que Anna estaba haciendo.
Aquel dia se encontraba leyendo un libro en la biblioteca cuando dos de los guardias de Arendelle irrumpieron con una orden, y sin poder evitarlo Hans fue esposado y llevado al barco, no entendia nada, solo alcanzo a ver a lo lejos a su padre que le dio la espalda y entro al castillo y su madre llorando mientras sus hermanos se regocijaban gustosos por que lo iban a sentenciar en Arendelle y esperaban que fuer a muerte.
Asi lo subieron al barco y aun sin entender lo que sucedia se quedo perplejo al ver a Anna que lo abrazaba, preocupada por el, con las manos tras la espalda por las esposas solo nego con la cabeza no dando credito a lo que veia,
¿De verdad habia desarrollado algo genuino por ella? Dudas que jamas se esfumarian pues estaba seguro que ella lo odiaria por todo lo que habia hecho.
“Oh Anna si tan solo alguien te amara.” Recordo las ultimas palabras que le dijo antes de abandonarla a su suerte mientras su corazon se congelaba, ademas ese golpe popinado antes de regresar a las Islas lo dijo todo, ella lo odiaba y el debia vivir con eso, no estaba seguro que Elsa le permitiera si quiera acercarse a ella ni mucho menos que ella estuviera interesada en verle de nuevo, no habia mas que resignarse, se habia dado cuenta tarde que Anna siempre fue la luz que necesitaba entre tanta oscuridad.
Habia pasado un tiempo despues de que los acontecimientos de Arendelle y el intento de homicidio de Hans habian terminado, el regreso a las Islas del sur con sus hermanos, todos lo veian con decepcion y furia, sobre todo sus hermanos, su padre se disgusto por el hecho de que el manchara el apellido de la familia, pues poco le importaba el como persona, pero su madre era la unica que estaba realemente preocupada por su hijo.
Despues de tranquilizar a su madre y sobrellevar a sus hermanos como siempre, entre maltratos y golpes ante la indiferencia de su padre los dias pasaban, el solo tenia en mente a Anna, no dejaba de pensarle ¿Que habria pasado con ella despues de todo lo que ocurrio? ¿Le guardaria reencor? Pensar en el extraño hombre que hablaba con los renos cerca de ella le hacia que se revolviese su estomago, no entendia por que tan solo cada noche al cerrar los ojos la imagen de Anna, su sonrisa contagiosa, y aquellos ojos se le presentaba una y otra vez,
Probablemente parecía como si se le hubiese zafado un tornillo a la princesa, pero necesitaba rescatarlo, quizás su sueño no había sido más que un grito de ayuda y tan impulsiva como siempre había acudido, así estuviera equivocada ni siquiera Hans se merecía un destino tan miserable. .
El sueño había terminado, Anna despertó agitada con los ojos humedecidos.. Se acercó hasta aquel enorme ventanal en su habitación para poder admirar el amanecer acercándose. ¿Qué había significado aquel sueño?, ¿estaba preocupada por Hans? Y lo más importante ¿Por qué le dolía tanto el corazón al pensar en aquel solitario y pequeño Hans desprotegido? Hans no había vacilado al intentar acabar con ella y con su hermana, entonces… ¿Por qué?
A la mañana siguiente la princesa a espaldas de Elsa se aventuró hasta las islas del sur, había exigido le entregaran al “criminal” que había intentado asesinarla, seria juzgado y castigado en Arendelle. Habían sido las palabras citadas por la princesa para que se lo entregaran, Anna ya le esperaba en el barco y en cuanto este subió y se aseguró de que nadie los estaba viendo corrió hacia este para poder rodearlo entre sus brazos. ━ ¡Hans! ¡Estás bien! ¡Qué alegría! ━
se dirigió hasta la habitación de donde provenían risas y burlas encontrándose con un pequeño siendo martirizado por hermanos grandes y fuertes, estos salieron de la alcoba sin hacerle mucho caso al menor el cual se encontraba rodeado de juguetes rotos, Anna ingreso en cuanto aquellos neandertales salieron. ━ Oye… ━ La voz de la princesa de Arendelle se detuvo en seco en cuanto vio el pequeño rostro delinfante, ¿ese pequeño… era Hans? En ese momento Anna sintió una punzada de dolor en el corazón, sabía que se trataba de un sueño pero así todo fuera falso sintió la necesidad y urgencia de resguardar al pequeño. ━ ¡Ven! ¡Tengo algo que te animara! ━ Con cariño cargo la figura del niño entre sus brazos y le llevo hasta la cocina en donde le preparo un gigantesco sándwich y una leche con chocolate. ━ No llores más, te prometo que yo te mantendré a salvo de ahora en adelante. ━
Lo que había iniciado como un mal sueño de pronto se había convertido en una revelación, la misma pesadilla consecutiva había aterrorizado a la princesa Anna durante semanas, siempre despertaba abruptamente en cuanto Hans convertido en ese feroz lobo se abalanzaba sobre de ella, sin embargo en aquella ocasión había decidido confrontar su pesadilla para dejar de temer, Anna se había quedado inerte frente aquel feroz lobo, y había recibido aquellos afilados colmillos sin titubear sin embargo la oscuridad que la había rodeado al ser atacada por Hans de pronto se convirtió en un sueño triste, caminaba cautelosa por un solitario castillo desconocido para ella, Anna se vio atraída por el llanto de un pequeño niño,
