« Back to Album · Next »
Newest First | Oldest First

— Y yo te he echado de menos a ti, Anna. No te imaginas cuánto. — Nada se comparaba a los cálidos recibimientos de su hermana, ni siquiera una buena taza de chocolate caliente en pleno invierno. Elsa estrujó fuertemente a Anna entre sus brazos. ¿Cuánto hacía que no se encontraban de esa forma? Desde que Anna ascendió al trono real y Elsa se quedó a vivir en el Bosque Encantado, la única manera en que sabían la una de la otra era por medio de cartas que, en comparación a esas reuniones, sabían insípidas.

— Luces igual que mamá. — Mientras fue retrocediendo, Elsa buscó enlazar sus manos a las contrarias. Sin duda alguna, el parecido entre Anna y su madre era increíble, tanto que Elsa se sintió conmovida por verla uniformada como toda una reina.
Los ojos de Anna se iluminaron en cuanto vio a Elsa, corrió hacia los brazos ajenos y sin permiso alguno y siendo tan impulsiva como siempre la abrazo con todo su amor, estaba tan emocionada de que estuviera ahí que se le había olvidado por completo la presencia de Hans en el castillo. ━ Oh, ¡hermana! ¡Estoy tan contenta de que estés aquí! Sé que estas ocupada, pero te extraño, en el desayuno, en la comida, en la cena. ━ Anna apenas y dejaba hablar a Elsa por la euforia en su interior, debía de admitir que se sentía bastante sola sin su querida hermana.
—¿Anna? — Tres golpes a la puerta anuncian la intromisión de Elsa; su rostro asomándose tras el marco de madera exhibió el temor del quinto espíritu sobre el rumor que corría de boca en boca a lo largo de Arendelle, y que, por un encuentro fortuito con Hans, decidió investigar con su hermana. — ¿Podemos hablar un momento? ¿A solas? — Ingresó a la habitación de Anna, cerrando la puerta tras de sí con extrema precaución. Si Hans andaba por ahí, le sería difícil tratar el tema que le arrebató el sueño apenas se enteró: la reanudación del compromiso entre Anna y Hans.

Add a comment...
 
Send Comment