Anna quería a Kristoff pero en realidad se sentía verdaderamente completa a lado de Hans ahora que no estaba Elsa con ella. Seguía corriendo con Hans de la mano hacia el muelle para poder escaparse un rato en aquel bote en el cual había conocido a Hans por primera vez.
━ ¿Sitron, ha venido contigo? ━ Cambio el tema para que este no siguiera disculpándose por algo que para Anna ya estaba olvidado.
━ Hans, todos merecemos una segunda oportunidad. ━ Dijo mientras sostenía con aun mayor fuerza la mano contraria en señal de apoyo.
━ ¿Anna? ¿Anna? ━ La voz del pequeño muñeco de nieve provoco que la ahora reina jalara con algo de fuerza el brazo de Hans para echar a correr con este de su mano. No sería mala idea distraerlo de aquello que lo afligía, Anna retiro su corona guardándola en su bolsa color mostaza para posteriormente soltarse el cabello, y perderse aún más fácilmente entre la multitud, no dudo en tomar un sándwich de una de las canastas de un vendedor de forma rápida aunque claro dejando la paga en esta misma sin que este se diera cuenta de sus agiles y sigilosos movimientos.
━ ¿Qué dices si nos escapamos por unas horas? Aun no sé cómo es que le diré a Olaf, Elsa y Kristoff que vivirás en el castillo conmigo a partir de ahora. ━
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abstendría de echarle esa carga encima-
No tenéis nada por lo cual disculparos. Reprendedme, reina. Mi comportamiento para con vos y con vuestra hermana no tiene pretexto. Lo justo es esto, y también lo sería arrodillarme. Me tratáis con demasiada cortesía.
-Con lo que era justo, se refería a los soldados que se habían congregado cerca de ellos. Era normal que entraran en estado de alerta, si Hans puso a Anna una vez en peligro de muerte, podría hacerlo de nuevo, y Arendelle no podía permitir que dañaran a su reina-
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¡Oh, eso...! Esa es una grata sorpresa, Anna.
-Le sonrió, con una inusitada sonrisa después de todo lo que la gente de Arendelle y principalmente la chica ahora frente a sí, habían podido ver de él. Los guantes que cubrían sus manos le impedían percibir la suavidad de la mano impropia, pero aún así lo intentó inconscientemente al entregar una pequeña caricia con el pulgar.
No estaba muy seguro de si funcionaría intentar ese tratado de paz que mencionaba la pelirroja. Después de fallar en intentar ocupar la posición de rey en Arendelle, sus familiares lo despreciaban aún más que antes. Regresar no solo con las manos vacías, sino como un criminal, produjo una gran decepción en su padre-
Me encantaría tomar esa oportunidad, si a vos no os supone ningún contratiempo.
-No le dijo nada de lo anterior a la reina. Seguro que ella, ahora con su nuevo cargo, tenía ya muchos asuntos por los que preocuparse. De no ser realmente necesario, se
Arendelle al haber expulsado de su reino a Hans y al haber cortado lazos con dicho reino quitándole así los recursos mercantiles con Arendelle, pero Anna creía que aquello podía cambiar y si no ella protegería a Hans.
━ Hans yo quería hablar contigo. Cuando nos conocimos me confiaste cosas de tu familia y bueno yo siento no haber podido estar al pendiente de ti después de lo ocurrido. No considero que fueras un error en mi vida. ━ Anna siempre era franca y transparente cuando se trataba de sus sentimientos así que estaba dispuesta a hacer las paces con Hans y empezar de nuevo esperando vivir una emocionante aventura esta vez al lado de él.
Toda aquella valentía, fuerza y madurez en Anna habían flaqueado cuando Hans tomo su mano, Anna era fuerte y valiente a pesar de carecer de poderes mágicos y era lo suficientemente capas de arriesgar su vida por la de sus seres queridos, pero con Hans podía sentir como es que su ella de la primera vez que lo conoció resurgía nuevamente, sus ojos lo miraban como jamás vería nuevamente a cualquier otro chico, la mano de Anna presiono suavemente la contraria.
━ ¿Sabes? Si dejas tu orgullo de lado podrías quedarte en Arendelle, el castillo sin Elsa ahora es demasiado grande para mi sola y serias un refugiado de Arendelle mientras tratamos de firmar nuevamente un tratado de paz con las Islas del Sur. ¿Qué te parece? ━ Anna estaba dispuesta a proteger a su reino pero de igual manera a brindar ayuda a reinos vecinos, no estaba segura de cómo reaccionarían los demás príncipes y el Rey de las Islas del Sur, y probablemente seguían odiando al reino de
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tomar. Si recibía una cornada del reno de Kristoff, habría valido la pena-
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-La reacción de la reina al voltear hacia él hizo que se le encogiera el corazón. Habían sido unos años muy duros actuando como un criado en su castillo de las Islas del Sur, encargándose de la limpieza al completo, incluso la de los establos. Ya había sido suficiente hasta aquel momento con el desprecio y maltrato de su familia hacia él, por lo que recibir ese castigo añadido por su egoísmo, imprudencia y crueldad en Arendelle, lo habían hecho reflexionar. Se había dado cuenta de que se había convertido en todo lo que lo dañó a él, y peor. Ver esos bonitos ojos azules, ese largo cabello pelirrojo y esa radiante sonrisa le dieron en un segundo la calma que no había tenido en años. Suspiró leve, y carraspeó un poco después-
En cuanto a eso... Vuestra sonrisa es un alivio y una tortura a la vez. Me recuerda todo lo que perdí, pero aunque no sea mía, me reconforta.
-Buscó la mano de la chica, tomándola con delicadeza en un acto de calma, paz y cierta coquetería que se arriesgaba a
poco a poco de la multitud para poder tener un tiempo a solas sin embargo una voz que jamás había podido olvidar y cómo hacerlo si hasta había cantado con el llamo su atención haciéndola voltear rápidamente para encontrarse con la engañosa mirada del príncipe Hans de las islas del Sur.
━ Te apuesto a que ahora debes de sentirte muy arrepentido de no haberte quedado conmigo cuando tuviste la oportunidad. ━ Bromeo la ahora reina demostrándole que ya todo estaba olvidado y sin lugar a duda su sonrisa no podía ocultar la felicidad que sentía al verlo nuevamente.
La historia de Arendelle no era tan inocente como todos pensaban y los terribles actos de los antecesores de aquel reino habían atraído a los espíritus vengativos del bosque que habían buscado a Elsa para que esta descubriera la verdad, todo aquello había puesto las cosas en perspectiva para Anna, las personas eran humanas y cometían errores, había regresado a Arendelle para ser coronada como la nueva reina y aunque ahora era más madura y responsable y era consciente de que sus actos tenían consecuencias no podía dejar de pensar en aquel príncipe de las Islas del Sur, en sus motivos y la posible desesperación que había tenido que sentir para hacer lo que hizo, probablemente el deseo de impresionar a su padre y hermanos había sido demasiado para él.
Al día siguiente Anna fue coronada como la nueva reina de Arendelle y aunque prefería mil veces más seguir siendo la princesa ahora era su responsabilidad hacer elevar a Arendelle, después de una lluvia de felicitaciones se escapó
