¡¿Cómo que mamonadas?! Ehh... —Quedó petrificado en su lugar, porque ve ese rostro ladearse <<¡¿Qué carajos?!>> pensó Percy, claro, ella estaba ebria y él en una cama junto a la mujer. Si bien en el fondo no quería mucho involucrarse con la loca, intuyó que eran los grandes rituales de la juventud por la que tantos artistas se inspiran, y si él quería ser un gran escritor, debería ser este el momento donde su historia recibe un nuevo arco. Se acercó con timidez, no podía cerrar sus ojos, aunque no fuese la primera vez que hacía lo que hacía, pero aún así, era la primera vez que no esperó dar un beso. La cosa en cuestión no fue muy épica, sus labios estaban mojados de licor pero aún así eran algo ásperos, solamente apoyó los suyos contra los ajenos, y alejó, como un felino, su rostro— Ah...