[code]《 Anuska estaba embelesada, su cuerpo arde al estar tan cerca del masculino, su respiración era compartida y ella estaba estática, nunca había imaginado que besaría al hombre azabache, en efecto a ella le gustaba mucho Percy aún así no lo asimila aún, sin más rompe el aterrador silencio que los invade diciendo 》
—Si, se sentía más que bien. Los cuerpos fríos que se calentaban debajo de las sabanas eran únicos, muy especiales y mágicos al punto de ser claramente algo que no se repetiría pronto en su vida. Johana Jonson, alías Jojo, fue su primer beso a sus trece años en la piscina del club, era de noche, los labios le ardían por el frio y el besarse era agradable. De ahí, luego siguieron tantos besos poco memorables hasta este, que en su cama, en el fondo de su cuarto oculto selló. Percy cerró sus ojos, hasta finalmente alejarse y no encontrar espacio para decir nada—
[code]《 Sin más corresponde, poniendo una de sus manos en el rostro de él hombre azabache, cerró los párpados soñolientos y se dejó llevar por los labios ajenos mojando con los suyos a los ajenos, rompen aquel muro que tanto los separaba, dulcemente con sutileza y amor los besaba con ilusión aniñada de un primer beso. Se apego a él con cariño y con la mano suelta lo consigue abrazar haciendo que ambos cuerpos ansiosos se apegaran con amor furtivo, culmina con ternura mordiendo los labios ajenos con suavidad para verlo directamente a los ojos por fin cerca de él, dejando de por medio algo de separación la cual era rota por un hilo de saliva invisible compartiendo el mismo aliento 》[/code]
—Bueno, era lo que tenía que hacer. Se acercó a ella y se dejó guiar por sus espíritus primitivos (lo que hace a un jovencito como tal) y fue directamente para besarla con ambas manos, tomándole del rostro en pos de atraerla, de romper el espacio personal para hacerlo otra vez, esta vez, buscó un beso prolongado y único. Un momento dónde se haría ese sueño tibio para ambos. A Percy le gustaba y mucho su aroma, su calidez. Esa cama helada en la que solía dormir por primera vez tenía calor. Se adhirió a la mujer—
[code]Si.. lo digo enserió, no he mentido, quiero que lo hagas, otra vez
《 Musito algo apenada, se movió ligeramente de su posición dejando ver su rostro y su expresión facial cambió totalmente a la de una niña de cristal, frágil y suave, sus cabellos estaban totalmente despeinados y no usaba maquillaje, sus facciones perfiladas y ojos centellantes le veían ilusionada, recobro su posición y sonríe feliz al oírle asintiendo alegre 》
—Estupefacto, tampoco es que podía moverse fuera ¿Estaba su silla por algún lado? No la veía ciertamente cerca, así que tampoco es que tenía mucho lugar dónde ir. El rojo crepitó por toda su cara, era increíble y la primera mujer en mucho tiempo que le decía aquello (por más que sea una mentira). Percy quedó recostado como una momia, mirando a la opuesta desde su postura, fijamente y sin decir palabra alguna, petrificado—
Bueno... es que estás ebria. No hay problema... emh, puedes quedarte si.
《 Dijo en un murmullo que espero que él no oyera se levanta con cuidado al verlo y toca el golpe despacio con la yema de su dedo índice preocupada ante aquello, mirando hacia la pared, pensó "Que pensaba él sobre ella" suspiró no quería irse ya no sólo por que era muy tarde sino porque quería quedarse con él, ella fue sincera al decir aquello sonrojandose oculta su rostro entre las sábanas avergonzada y humillada de igual forma 》
No me quiero... ir, quiero quedarme contigo...[/code]
—Dijo Percy, que al sentir la mano en el pecho, intentó apartarse pues intuyó que se había pasado, la ebriedad era tal que mantenía en él ese estado de paranoia. Irreverente, intentó alzarse con velocidad, sin darse cuenta que su librería yacía al costado de la cama, y su frente fue golpeada por la madera que al instante enrojeció la misma. Se volvió a recostar, humillado—
Puedo pagarte un uber si quieres, bueno, la mitad. No le digas a nadie, yo bueno, no sé que hice, fue tu culpa.
[code]Mamonadas que dices, tksh tu también estas muy ebrio, P deb—
《 Fue interrumpida por aquel beso inesperado pero a su vez ansiado. Anuska no le dio tiempo para corresponder por la rapidez del hecho, ¿¡EH?! Su mente se puso en blanco y sus pómulos pálidos consiguen ruborizarse de un tono carmín, sus labios titubearon y ella sólo ve al techo, mostrando tacto al poner una de sus manos sobre el pecho de este, algo tímida responde 》
¡¿Cómo que mamonadas?! Ehh... —Quedó petrificado en su lugar, porque ve ese rostro ladearse <<¡¿Qué carajos?!>> pensó Percy, claro, ella estaba ebria y él en una cama junto a la mujer. Si bien en el fondo no quería mucho involucrarse con la loca, intuyó que eran los grandes rituales de la juventud por la que tantos artistas se inspiran, y si él quería ser un gran escritor, debería ser este el momento donde su historia recibe un nuevo arco. Se acercó con timidez, no podía cerrar sus ojos, aunque no fuese la primera vez que hacía lo que hacía, pero aún así, era la primera vez que no esperó dar un beso. La cosa en cuestión no fue muy épica, sus labios estaban mojados de licor pero aún así eran algo ásperos, solamente apoyó los suyos contra los ajenos, y alejó, como un felino, su rostro— Ah...
