.La vida es tan compleja como la metáfora que se le a dado a la mariposa, desde su aleteo que provoca un tornado hasta la engañosa, frágil y efímera vida que lleva como ciclo de vida. •°
Tenía el poco recato de siempre pero su cuerpo parecía al de una mujer demasiado curvilínea, lo único que veía de vestigio físicamente eran aquellas cicatrices características. Acortó distancia y comenzó a olfatear a Sugimoto tratando de comprobar si era realmente el cabeza hueca.
— Hueles a sudor... Pero no al rancio.—
Fue directo con su comentario, como se acostumbraba de parte suya, sin dejar de mirar con esos ojos inexpresivos pero estaba un poco boquiabierto.
SW-User
Eh, no sé. —Se sacó un pedazo de carne atorado entre sus dientes, usando su meñique. Era obvio que seguia siendo el mismo de siempre, a pesar de su aspecto.— Sentí una punzada en la nuca, creo que algún bastardo me tomó por sorpresa. Todo se volvió oscuro y cuando desperté, estaba así. Es una mierda.
Aquella voz molesta solo podría ser de Sugimoto pero hay algo raro en ella... No era el clásico timbre de imbecil que tenía, era algo más aguda e incluso femenina. —.... —
Parpadeo un par de veces agarrando señal de lo que estaba viendo.
— ¿Que carajos te paso?, Sugimoto—
SW-User
Haaah... ¿Desde cuándo eres tan filosófico, Ogata?
