— Mmm... — Su rostro sigue moviéndose al ritmo, aunque cada vez lo hace con más serenidad que antes, y a medida que la espalda ancha del azabache regresa a quedar contra la pared, sus ojos se cierran, su rostro se alza un poco y expone su collar. Las manos se colocan finalmente entre su regazo, y una posición de descanso se manifiesta. La música, el ruido que genera parece arrullarlo lo suficiente como para dejar que su rostro se mueva al son.

En silencio, su respiración se relaja poco a poco, casi no parecía importarle la presencia de Dasha; es más, hasta lo agradecía de cierto modo.

— ¿Uhe?

- Vaya sorpresa que se llevo Dasha ante el curioso ritmo que se manifestaba , como si se tratará de una pelota rebotando sobre los acordes electrónicos de una corriente eléctrica, inclusive sus orejas parecían danzar de arriba hacía abajo, sonreía emocionada mostrando los colmillos, debido a que se encontraba sentada aún, sus piernas estiradas también perciben la energía que le recorre, por ende sus pies igualmente chocan entre sí de manera bastante hilarante.-

— ¡Esto es ..! ¡Es eufórico! ¡Me agrada!

— No es ninguna molestia, sólo me recordó a algo que pensé había olvidado — niega en repetidas ocasiones al igual que sus manos lo hacen, intentando que con ello quitara la importancia a lo sucedido.

Antes que intentar quitarle el reproductor, sólo asoma el rostro para ver lo que ella termina de elegir otra canción. Esta vez la melodía sonaba más movida que la anterior. Incluso él parece disfrutar los beats ante el movimiento de rostro, el cual acompaña el ritmo.

— Descuida intentaré hacer preguntas que no te molesten, podemos intentar volver a escuchar otra canción. ¿Qué dices?

-Con tranquilidad tomaba el reproductor de este para así seleccionar otra canción y continuarán con aquella compañía mutua entre las notas dulces de cualquier balada disponible. -

Los recuerdos dulces se presentan, seguido de un agrio trago de realidadque torna todo en un sabor más agridulce, aunque no era difícil degustar hasta el momento. Peto tal y como un arma gatillando, estos recuerdos se ven borrosos, forzosamente censurados en su propia mente como si algo o alguien tratara de ocultar ese fragmento de sus memorias.

El tacto de su mano hacia sus cabellos parecen traerlo de vuelta a la realidad. Su realidad.

— ... Te mentiría si te digo que sé lo que soy. Recuerdo que sólo me llevaban de la mano, pero cuando giraba hacia atrás para ver quién se despedía de mí, nadie estaba ahí.

— Uhu misiones.
- Probablemente no debió preguntar aquello, finalmente para ella era algo natural tener curiosidad sobre las criaturas, más cuándo eran tan similares a ella. Percibe la angustia, inclusive la tensión en el ambiente se vuelve un tanto incomoda, emite un corto suspiro buscando alguna solución para aminorar ese sentimiento.-
— Dentro de mí tengo muchos perros..¿Sabes?cada uno fue robado o criado en los mismos laboratorios en los que nací.
- Desplazaba la diestra para suavemente acariciarle sobre esa oscura cabellera, pues sabía que aquel gesto transmitía confianza. -
— Todo estará bien Shinzou.

— ¿Misiones? — cuestionó con intriga, sí, pero a sabiendas de lo misterioso que sonaba prefirió abstenerse de preguntar. Si algo le endeñaron, era a no meterse en asuntos ajenos a él. Escuchaba el sonido de los garabateos y el papel, que hasta relajante se tornaba si se prestaba la mínima atención, atenuando el sonido, aunque interrumpido por la pregunta que Dasha presentó.

— Yo... — no sabía cóml responder a una pregunta, aunque simple, era difícil de contestar —. No lo sé. Los únicos recuerdos que tengo sobre mí es ser llevado de la mano de... — estaba a punto de decir su nombre, pero la ausencia de esta persona le carcomió de angustia a tal punto que prefirió guardar silencio.

— Ya veo, me recuerda a las misiones que he realizado alguna vez, las personas bajo el yugo cruel de los monstruos, entonces eso es secuestro.

-Del bolso que siempre traía saco una especie de libreta, cualquiera creería que iba a anotarlo, sin embargo termino por dibujarlo, unos garabatos bastante curiosos y mal hechos. Así se comunicaba por ahora, ya que aún no terminaba de aprenderse el abecedario. -

— Gracias Shinzou, disculpa.. ¿Podría preguntarte por tus orígenes? ¿Cómo es que.. eres híbrido?

Era como pudiera oler la vergüenza que la carcomió por esos segundos, el sentimiento de hundirse y acongojarse a sí mismo era poderoso, así que lo entendía.

— Secuestro es apoderarte, retener a una persona por medio de la fuerza, algo contra su voluntad — agradecía el conocimiento que le fue impartido desde muy temprana edad, incluyendo el haber sido amaestrado para poder comunicarse con otros, no sólo con los que él considera "de su especie" —. Yo tampoco. Creo no haber percibido algo malo de mis antiguos amos.

- Desconfío algunos segundo sobre si era correcto acercarse, más así lo hizo lentamente recorriendose para nuevamente quedar sentada a su lado con las rodillas flexionadas, abrazándose a las mismas, escuchando atenta la explicación. -

—.. Ya veo entonces dice algo malo puedo notarlo por tu expresión. ¿Secuestro que significa? Lo siento Shinzou mi vocabulario es demasiado limitado.

- Agachaba las orejas un tanto avergonzada por su propia ignorancia. -

— No conozco el lado malo de las personas.