— ¿Por qué no hacerlo?

-Su respuesta fue clara he inmediata, a medida que avanza las yemas por el área del abdomen, ascendiendo justo a su torso, como si se tratará de una profesión minuciosa, intentaba no perder de vista ninguna marca, sus orejas caninas siempre atentas a cualquier mención grababan ese tono de voz en su memoria, aún le era difícil entender como alguien podía ser tan similar a ella; intuyo que posiblemente era un experimento como ella, sin embargo de ser así poseería un aroma distinto, en contadas ocasiones inhíbala discretamente para buscar evidencia de sus sospechas sin llegar a nada concreto.-

— Además son cosas que he aprendido mientras intento acoplarme a la sociedad , además por ser híbridos nuestra piel tiende a ser un poco más sensible, por ejemplo yo tengo alergia al poliéster.

- Agregó en tono tranquilo, ya que sentía la insistente mirada subiendo y bajando por sus ropas tan "singulares y provocativas".-

— Además eres mas vulnerable atado.

— Lamer las heridas siempre funciona — Una pronta sonrisa, aunque ladina, se pronuncia entre sus labios tras manifestarse con ese tono de mofa (pese a no entender ese concepto como tal, todo es intuitivo). La mirada del sabueso recorre las heridas hechas por la soga con anterioridad, y con ello las cicatrices que llegaron a quedarse grabadas en su piel como un breve recordatorio de lo que sucedía después. La mueca en ese semblante del cual carece casi de expresión volvió a tornarse tranquilo, aunque no dejaría pasar la sensación de "frescura" que otorga la saliva ajena contra su piel al contacto con el aire. Resultaba cómodo incluso, como dejar que otro perro lama las heridas en teoría.

— No es que me guste ser así, simplemente sucede y ya — añade al mismo tiempo que sus ojos se centran en las zonas de la dermis femenina. Ahí mismo analiza la superficie de esta, la cual parece tersa a la vista pese a buscar heridas o alguna imperfección como las propias —. ¿Por qué lo haces?

puede haber un daño mayor, no solo a nivel celular, si no también puedes correr el riesgo de quedar con muchas más cicatrices

- Obviamente había notado lo obvio mas sin hacer mayor referencia prosiguió con aquel extraño tratamiento.-


— Aguanta, haré esto por los lugares marcados, confía en Dasha.

— Eres alguien sumamente extraño , nunca conocí a alguien que tuviera un pasatiempo de este estilo , sin embargo no te juzgaré, he conocido inclusive algunas personas que les gusta disfrazarse de mujeres, además no soy quien para decidir en ese tipo de cosas, lo que sí es que..

-Hizo una pequeña pausa, ya que se revelaban las notorias marcas de la cuerda bien ilustradas sobre esa blanca piel, cosa que le preocupo obviamente, no traía crema o algo para sanarle, sin embargo había aprendido una curiosa técnica para que la sangre irradiara con mayor velocidad y de este modo las marcas se curaran más prontamente. Dejo parte de la soga que había mordido sobre la superficie, se acercó desde detrás, utilizo el índice y medio uniéndolos , mojo con saliva las yemas y procedió a frotar rápidamente cada hendidura por la dermis empezaba por su brazo , generando calor por la fricción impuesta , ayudando a que la curación fuese más pronta.-

— Debes tener cuidado cuando se corta tu circulació

— ... — Silencioso observa las maniobras por intentar quitarle lo que resta de la soga. Él esperó, ni siquiera se movió en cuanto la vio acercarse a deshacer el nudo que aún mantiene su cuerpo atrapado como limitado. Poco a poco siente un alivio, especialmente en la zona del torso y parte de sus brazos, pues la soga va cayendo lentamente hasta deshacerse del nudo gracias a la ayuda de Dasha.

— No importa, estoy acostumbrado. Por lo general — mientras tanto, ambas manos levantan la prenda oscura que lo cubre, revelando las marcas que dejó aún por encima de la tela. Estas recorren el abdomen y costados, dirgiéndose hasta su espalda. Incluyendo, por supuesto, los brazos y la extensión de los mismo — siempre logran desaparecer dentro de unas cuantas horas — añade mientras sus ojos divisan su propia piel.

— Puedes empezar con algo breve, hacer pequeños listados de lo que anhelas con todo tu corazón.

- Da un último tirón para finalmente liberarlo de uno de esos nudos, sin embargo el otro no salía, era bastante terco, así que se inclinó para tomar el material entre sus fauces y jalar con fuerza hasta que lo trozo. De la fuerza impuesta, termina por resbalar sobre su propio derrier, se sobó la cadera con cierta molestia. -

— Itt.. que caray espero no te haya dejado muy marcado.

— No es que puedan conmigo — responde con brevedad —, es que debo hacerlo — no esperaba que Dasha comprenda sus palabras, mucho menos el mensaje que deja detrás. El servir era más que sufuciente para él, un sabueso, pero así como un canino que jamás había tenido una pizca de libertad tal y como ella se la brindó, el aceptarlo parecía (aún) un acto de rebeldía. Rebeldía que a final del día tuvo que intentar ser corregida hace unos cuantos años.

Conforme la soga iba dejando su cuerpo en libertad, poco a poco busca moverse y zarandearse desde su posición.

— Es difícil decidir lo que quiero. Son muchas, muchas cosas.

— Supongo que todos tenemos una forma de exteriorizar nuestras preferencias, y eliminar las carencias que nos limitan, no te juzgo aunque jamás hubiera imaginado que alguien podría contigo. Es decir eres más alto y fuerte que yo.

-Se acercó paciente para en cuclillas ir deshaciendo los nudos de la soga, jalando con cierta fuerza para ir aflojando la tensión creada en su cuerpo. -

— ¿Y qué es lo que quieres?

— Imagina que la soga es lo que quiero, lo que deseo obtener, pero a su vez es lo que quiero lejos de mí. Me gusta pero me hace daño — Acostumbrado a situaciones bochornosas como la actual, ya no sabía si querer mantenerse con las manos limitadas a una soga o buscar la manera de deshacerse de esta — ¿Me ayudas? — se giró un poco hacia el costado, mostrando la espalda y las manos atacas hasta los antebrazos.

— ¿Enredado en una difícil situación?