[code]Siendo sujetada del brazo, la joven de doradas hebras fue sacada de golpe de sus dramáticos y exagerados pensamientos, terminando por caminar al ritmo marcado por la castaña mientras por su mente pasaba «No puede ser tan malo, cierto?». Tratando de mentalizarse al respecto, pronto retomaría su velocidad para andar por su cuenta propia a un costado de su compañera, para enseguida añadir.

—Quedamos en que sería con pizza, no?— Tanto preocuparse por la película con la cual su contraria la atormentaría, le había abierto el apetito. (?)[/code]

— Así que hay que darse prisa. Estoy ansiosa por ver la película. —

La agarro del brazo y la arrastro para caminar más rápido hacia el departamento. No pudo borrar la sonrisa triunfal de su rostro. Su plan de asustar a su amiga había resultado. Ahora aprendería a no burlarse de ella. {?}

[code]Una leve y discreta gota de sudor resbaló por su frente ante el tono empleado por su compañera, haciéndola dudar de si realmente era bueno que ella estuviera ahí o resultaba más peligroso que estar sola; asimismo, una sonrisa nerviosa se reflejó en su rostro para finalmente murmurar con duda en sus palabras.

Sin borrar su inocente sonrisa, asintió con su cabeza dándole la razón a su amiga.

— Claro que estaré ahí para ti...— Murmuró lo suficientemente alto para que la escuchará con una pisca de maldad es su voz, pero su rostro mostrara todo lo contrario. Seguiría atormentándola, hasta llegar a la casa. {?}

[code]Había que darle crédito a la joven castaña, sabía utilizar las palabras precisas para convertir una inocente oración en una amenaza disfrazada; un tic nervioso se apoderó de su párpado izquierdo... Realmente le daba miedo el no ser capaz de leer a su compañera; tal vez era demasiada su ingenuidad para saber diferenciar entre una mentira y una verdad.[/code]

—L... Lo bueno que tú estarás ahí por si me gana la sugestión— (???)

Ese era el rostro que quería ver en la rubia. La haría sufrir un rato, por burlarse de ella. No es que fuera una persona vengativa, bueno, quizás un poco. Así que siguió hablando con inocencia.


— Huh, de seguro que hasta no podrás dormir. — Miraba con atención a su amiga, esperando expectante alguna reacción por parte de ella.

[code]El terror en el rostro de la joven era evidente, siendo incapaz de ocultar sus reacciones ante cada provocación de parte de la castaña. Aquella joven rubia solía dejarse llevar por los peores escenarios, tirándose al drama en cada situación que se presentaba y en esta ocasión no era diferente, dejándose llevar por las palabras de su contraria mientras su imaginación corría sin rienda suelta dentro de su mente.[/code]

—Por.. días...—
[code]Murmuró a modo de repetición; tal vez siendo atormentada por su propia mente (??) o tal vez pensando en una manera de evitar que eso ocurriera; aunque en realidad, su gusto por las tramas de misterio y terror le lograban dar mucha curiosidad, pero sabía que su compañera no le contaría las partes fuertes (?) así que ver una película de terror no era una opción.[/code]

Escuchar las palabras de su amiga, hizo que sus labios mostraran una sonrisa malévola. Sabia que a la rubia no le agradaban mucho las películas de terror, porque le daba miedo, así que se le ocurrió hacerla sufrir al menos hasta que llegaran a la casa. {?} Ya tenía en mente una película, seria una de comedia, pero no lo diría hasta el momento preciso.

— Claro, será una película que recordaras por días. — haciendo énfasis en lo último. Lo dijo con un rostro lleno de inocencia.

Tras ser oyente de tal condición, la sonrisa que recién se había dibujado entre sus labios se tornó en una nerviosa; reflejando cierta preocupación en su expresión, la cual buscaba disimular un poco con su sonrisa. A pesar de ser las mejores amigas, sus gustos en películas eran particularmente diferentes, siendo el terror y el romance los gustos más comunes en la castaña; el primero le aburría y el segundo le impediría dormir en un mes; (?) aunque curiosamente, este último género lograba llamar la atención de la rubia.

Se sorprendió un poco por la acción de su amiga, pero más que nada porque la pillo de sorpresa, ya que estaba acostumbrada a sus abrazos. Luego, su mirar se posó en la ajena tras escuchar sus palabras. Ella había pensando en otra cosa, como un restaurante, pero ahora que lo pensaba, comer en casa era mucho mejor.

— ¡Hecho! Pero si elegimos ver una película, yo diré cual. —