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redshadow · 36-40, M
[ 002 ]
[code]Un sonido fue lo que capto su oĂdo al instante, volteo el rostro de forma rĂĄpida y fue ahĂ que se topo a aquella muchacha tomando una fotografĂa. No le molestaba, mĂĄs bien, hacĂa que pudiera trabajar mejor su cabeza en cuanto a una soluciĂłn y esa cĂĄmara parecĂa ser la respuesta perfecta a eso.
AvanzĂł por entre la gente hasta llegar a esa muchacha e hizo un gesto similar a una reverencia, su rostro mostraba una sonrisa amplia, todo eso provocado por la idea de que habĂa encontrado la manera perfecta de poder obtener la manera de como tener lo que querĂa.
âSeñorita, Âżtiene un minuto para hablar en privado? [/code]
[code]Un sonido fue lo que capto su oĂdo al instante, volteo el rostro de forma rĂĄpida y fue ahĂ que se topo a aquella muchacha tomando una fotografĂa. No le molestaba, mĂĄs bien, hacĂa que pudiera trabajar mejor su cabeza en cuanto a una soluciĂłn y esa cĂĄmara parecĂa ser la respuesta perfecta a eso.
AvanzĂł por entre la gente hasta llegar a esa muchacha e hizo un gesto similar a una reverencia, su rostro mostraba una sonrisa amplia, todo eso provocado por la idea de que habĂa encontrado la manera perfecta de poder obtener la manera de como tener lo que querĂa.
âSeñorita, Âżtiene un minuto para hablar en privado? [/code]
redshadow · 36-40, M
[ 001 ]
[code]Necesitaba de tomarse un momento para poder ver todo lo que ocurrĂa a su alrededor, los movimientos de los guardias y tambiĂ©n intentar identificar aquellos que estaban vestidos de civiles, lamentablemente, la cantidad de personas hacĂa que fuera un tanto complicado de poder identificar esos patrones en los civiles.
Chasqueo los labios al darse cuenta de esos factores, iba a necesitar una manera de poder captar algo fuera de lugar, la anormalidad entre algo que parecĂa normal. QuizĂĄ podĂa anotar a la gente, intentar llevar un censo de quienes estaban ahĂ durante un tiempo y encontrar una constante entre esas anotaciones, alguien que estuviera ahĂ en todo momento.
Mientras mĂĄs pensaba en esa idea se daba cuenta de lo contraproducente que sonaba, especialmente porque si estaba mucho tiempo ahĂ podrĂa levantar muchas mĂĄs sospechas, algo de lo que no se podĂa dar el lujo.[/code]
[code]Necesitaba de tomarse un momento para poder ver todo lo que ocurrĂa a su alrededor, los movimientos de los guardias y tambiĂ©n intentar identificar aquellos que estaban vestidos de civiles, lamentablemente, la cantidad de personas hacĂa que fuera un tanto complicado de poder identificar esos patrones en los civiles.
Chasqueo los labios al darse cuenta de esos factores, iba a necesitar una manera de poder captar algo fuera de lugar, la anormalidad entre algo que parecĂa normal. QuizĂĄ podĂa anotar a la gente, intentar llevar un censo de quienes estaban ahĂ durante un tiempo y encontrar una constante entre esas anotaciones, alguien que estuviera ahĂ en todo momento.
Mientras mĂĄs pensaba en esa idea se daba cuenta de lo contraproducente que sonaba, especialmente porque si estaba mucho tiempo ahĂ podrĂa levantar muchas mĂĄs sospechas, algo de lo que no se podĂa dar el lujo.[/code]
Moonique · 26-30, F
LevantĂł su cĂĄmara y tomĂł una fotografĂa. algunas personas se encontraban en el salĂłn, tomaban fotos y murmuraban, pero ademĂĄs del personal de seguridad, habĂa un hombre que se encontraba de pie, solo, sin tomar fotos, sin cuchichear, y parecĂa forĂĄneo del ambiente. Aquello le pareciĂł demĂĄs de curioso, asĂ que levantĂł el lente, y le tomĂł una foto.
Moonique · 26-30, F
Entre el gentĂo, Moon parecĂa un pez inĂștilmente nadando contra corriente, se distraĂa y la arrastraban de regreso al punto de comienzo.
âLa tumba de Huy nos ofrece una de los mĂĄs detallados y coloridos visionados de las interacciones de los egipcios y los nubios durante el apogeo del Egipto imperialâ escuchĂł a una mujer explicarle a un grupo de extranjeros. AhĂ se agrupĂł entre la gente, boquiabierta por el conocimiento de la historiadora, quien señalaba con la palma abierta, estando de firme porte junto a la reliquia, y a una distancia prudente. Sucedieron minutos antes de darse cuenta de dĂłnde se encontraba, espabilĂł, y volviĂł a caminar en direcciĂłn a la sala mĂĄs vacĂa, y sin embargo, mĂĄs custodiada. En ocasiones habĂa querido explorar ese ĂĄrea, pero debido a sus visitas fugaces, habĂa alcanzado a ver solamente las salas principales, y un poco mĂĄs, nunca habĂa explotado los salones adyacentes. Estaba emocionada.
âLa tumba de Huy nos ofrece una de los mĂĄs detallados y coloridos visionados de las interacciones de los egipcios y los nubios durante el apogeo del Egipto imperialâ escuchĂł a una mujer explicarle a un grupo de extranjeros. AhĂ se agrupĂł entre la gente, boquiabierta por el conocimiento de la historiadora, quien señalaba con la palma abierta, estando de firme porte junto a la reliquia, y a una distancia prudente. Sucedieron minutos antes de darse cuenta de dĂłnde se encontraba, espabilĂł, y volviĂł a caminar en direcciĂłn a la sala mĂĄs vacĂa, y sin embargo, mĂĄs custodiada. En ocasiones habĂa querido explorar ese ĂĄrea, pero debido a sus visitas fugaces, habĂa alcanzado a ver solamente las salas principales, y un poco mĂĄs, nunca habĂa explotado los salones adyacentes. Estaba emocionada.
redshadow · 36-40, M
[code]No importaba lo que ocurrĂa en el museo, ni la cantidad de personas que estaban presentes, Ryuuji tenĂa un objetivo, robar esos objetos para que estos regresaran de vuelta a su clan, que estuvieran dentro del tesoro de uno de los suyos, no exhibidos como si fueran unas baratijas que hay que presumir.
La seguridad estaba a tope, seguro que habĂan alarmas que se activarĂan ante el primer cambio que hubiera en las reliquias, algo que alterara su posiciĂłn, que las levantarĂĄ, tenĂa que estar con bastante cuidado y mĂĄs importante, tomar todo ese tipo de cosas en cuenta.
Junto a la seguridad existente por aparatos habĂa la de gente, agentes de seguridad visibles por sus uniformes, pero tambiĂ©n, habĂan otros sujetos vestidos de civiles, necesitaba ver sus patrones, darse cuenta como se movĂan y asĂ, empezarĂa a armar su plan de ataque.[/code]
La seguridad estaba a tope, seguro que habĂan alarmas que se activarĂan ante el primer cambio que hubiera en las reliquias, algo que alterara su posiciĂłn, que las levantarĂĄ, tenĂa que estar con bastante cuidado y mĂĄs importante, tomar todo ese tipo de cosas en cuenta.
Junto a la seguridad existente por aparatos habĂa la de gente, agentes de seguridad visibles por sus uniformes, pero tambiĂ©n, habĂan otros sujetos vestidos de civiles, necesitaba ver sus patrones, darse cuenta como se movĂan y asĂ, empezarĂa a armar su plan de ataque.[/code]
Moonique · 26-30, F
âPerdĂłn, ÂĄay, perdĂłn, permiso! â decĂa mientras avanzaba entre la gente en la calle atestada. El montĂłn de personas sĂłlo era efecto del fenĂłmeno de las horas pico, y la gente, apurada, se movilizaban todos a la vez para llegar a sus casas. A Moon el dĂa se le habĂa complicado, y casi, sĂłlo casi, se olvidaba de sĂ misma, el compromiso que se habĂa hecho semanas antes.
En la vereda de la manada, vio oportunidad para saltar a un lado y cruzar para encontrar las escaleras del museo, allĂ, respirĂł profundo y se estirĂł la blusa en el pecho. La tarde estaba cĂĄlida y podĂa ver detrĂĄs del edificio, que la luz naranja del sol, iba escondiĂ©ndose.
Al poner pie dentro del edificio, respirĂł, mĂĄs calmada "Ahora sĂ", se dijo, "ya me puedo relajar". SacĂł una cĂĄmara de su mochila desgastada por el uso, y la apuntĂł a la gente, como un paparazzi silencioso, tomando fotografĂas de las reliquias y las personas. Estaba sorprendida por la cantidad de gente que allĂ habĂa.
En la vereda de la manada, vio oportunidad para saltar a un lado y cruzar para encontrar las escaleras del museo, allĂ, respirĂł profundo y se estirĂł la blusa en el pecho. La tarde estaba cĂĄlida y podĂa ver detrĂĄs del edificio, que la luz naranja del sol, iba escondiĂ©ndose.
Al poner pie dentro del edificio, respirĂł, mĂĄs calmada "Ahora sĂ", se dijo, "ya me puedo relajar". SacĂł una cĂĄmara de su mochila desgastada por el uso, y la apuntĂł a la gente, como un paparazzi silencioso, tomando fotografĂas de las reliquias y las personas. Estaba sorprendida por la cantidad de gente que allĂ habĂa.
redshadow · 36-40, M
[code]Un museo, el lugar ideal donde encontrar las grandes reliquias del pasado, normalmente, una persona estarĂa ahĂ para poder ver todos esos objetos, sinĂłnimos de grandes culturas y mirar todo con un deje de sorpresa por las maravillas del pasado. En caso de Ryuuji estaba ahĂ por algunos objetos, reliquias egipcias que ahora estaban exhibidas, todas ellas con una pequeña tarjeta abajo que decĂa "CortesĂa de Simon Rodgers".
Esa tarjeta era la razĂłn por la que estaba en ese lugar, Simon Rodgers se hizo un renombre a base de robos, entre ellos los que le hizo a uno de los antepasados de Ryuuji. Entre ladrones existĂa un cĂłdigo a seguir cuya primera regla era "nunca robar algo que fue robado" una especie de "ladrĂłn no roba a ladrĂłn" y cuyo origen provenĂa de miles de años atrĂĄs.
El andar de Ryuuji parecĂa como una sombra, se notaba a leguas que sabĂa moverse entre la gente que estaba en esa exhibiciĂłn, evitando cĂĄmaras, miradas, absolutamente todo, preparĂĄndose para el momento
Esa tarjeta era la razĂłn por la que estaba en ese lugar, Simon Rodgers se hizo un renombre a base de robos, entre ellos los que le hizo a uno de los antepasados de Ryuuji. Entre ladrones existĂa un cĂłdigo a seguir cuya primera regla era "nunca robar algo que fue robado" una especie de "ladrĂłn no roba a ladrĂłn" y cuyo origen provenĂa de miles de años atrĂĄs.
El andar de Ryuuji parecĂa como una sombra, se notaba a leguas que sabĂa moverse entre la gente que estaba en esa exhibiciĂłn, evitando cĂĄmaras, miradas, absolutamente todo, preparĂĄndose para el momento
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