Asintió varias veces, no esperaba llegar tan lejos en su petición. Ella no era grácil ni rápida como Caím, tampoco tenía habilidades excepcionales ni ansiaba la sangre como Alouqua. Sabía que si quería ayidar iba a tener que esforzarse demasiado y eso le daba miedo, pero también la emocionaba hacer algo por Alek; distinto a cocinar y limpiar la casa. —Gracias por la consideración a Moona, amo —la caricia le dio un leve escalofrío y movió la cola que estaba entre sus pechos, agitandola con una vehemencia tal que se tocaba a sí misma la barbilla. —Mientras Moona continuará haciendo la cena. ¿Amo quiere cenar algo en particular? Moona puede hacerle lo que pida. Ha aprendido mucho.
[code]Cerró la mirada cuando escuchó esa propuesta. La bovina no tenía madera para estar en un campo de batalla, pues la crueldad y brutalidad que se sentía ahí era difícil de sobrellevar. No obstante, el cazador sabía muy bien como usar las piezas que tenía a su disposición. El liderazgo de su antigua brigada seguía marcada sobre su alma, sin duda le daría un buen uso a futuro.— Serás de ayuda, sí. Pero todo a su debido tiempo, Moona. —deslizó el tacto de la zurda sobre el rostro ajeno, entregando una caricia que recorrería todo el costado izquierdo hasta bajar al hombro. De ahí, y sin titubeos, se dirigió al centro del colosal pecho para reposar la mano.— Por ahora, disfruta de esta tranquilidad. [/code]
Volvió a morir de un ataque de sonrojo máximo, incluso su cabeza comenzó a darle vueltas por todo el calor que escaló al nacer de sus mejillas. Moona se palmeó suavemente la mejilla como si con una bofetada pretendiera volver a entrar en razón y sonrió ampliamente. —Amo, a Moona eso la hace muy feliz. Mi amo me salvó, Moona sólo quiere serle de ayuda y verlo feliz. Incluso Moona ha pensado en pedirle clases a la señorita Caím para aprender a pelear. ¡Moona no quiere quedarse en casa sin hacer nada mientras amo y Caím hacen cosas peligrosas! Amo... ¿Puede Moona apoyar?
[code]Regaló una media sonrisa como respuesta asertiva a las palabras de la bovina. Más no sería únicamente eso lo que ofrecería, pues su cuerpo se inclinó lo suficiente para depositar un beso sobre la punta de la nariz ajena.— Ya estoy orgulloso de ti, Moona. [/code]
—Amoo —Moona se sintió conmovida, él realmente cuidaba de ella desde siempre, con paciencia y esfuerzo. Adelantó el rostro y lamió la mejilla masculina apenas para asentir después—. ¡Ya lo verá! Moona se va a esforzar y se sentirá orgulloso.
[code]Una vez terminó, usó la mano izquierda para elevar el rostro femenino con intención de mantener un contacto visual.— Sé que llegará un punto donde seas completamente independiente, Moona. Mientras tanto, deja que tu dueño te ayude a dar esos pasos.[/code]
—Ehm —se sonrojó de inmediato y desvió la mirada por vergüenza en cuanto la abrió de piernas. Moona alzó las manos negó levemente con la cabeza. —Etto... Amoo... Lo siento, Moona aprenderá a ponerse lo que le regala ella sola.
[code]Por supuesto que tengo un gusto excelente... —con un par de pasos se sitúo entre los muslos de la bovina, separándole las piernas para poder ayudar con el problemático listón.— Es cuestión de tan solo verte.[/code]
