Cuando Alek hizo todo aquello Moona se sonrojó y sonrió enternecida. No podían hablarse, por lo que la comunicación era prácticamente unilateral por parte de él, y aún así la entendía de algún modo. Moona se puso de pie y negó suavemente con la cabeza para después hacer una pequeña inclinación de la parte superior de su cuerpo, tal como los japoneses hacían; fue su modo de agradecerle.

—Moo —avanzó un par de pasos hasta él y sin avisar le dejó una lamida en la mejilla, haciendo que la piel de su amo quedara cubierta con una ligera capa fría de su saliva—. Moo —repitió y señaló su cuello, poniendo ambas manos al rededor del mismo como para que entendiera. Estaba pidiendo con mímica el collar que usaban cuando la sacaba de casa. Moona adoraba el baño y dormir, pero quería serle de utilidad a su amo. Quería aprender más de sus deberes.

[code]Aleksandr tendía a prestar total atención a cada una de las acciones que ejercía la híbrida, solo de esa manera podría intentar comprender que tipo de cosas cruzaban por su, recientemente, liberada mentalidad. Por esa misma razón es que observó a donde fue a parar esa desanimada mirada, notando que veía las tablas con un profundo anhelo. ¿Acaso le traía recuerdos estar envuelta entre tanto vapor? Ahora tendría una razón a su dormitar en el baño.

Retiró la mano y procedió levantarse; colocarse de pie para dirigirse al pequeño artefacto que se encargaba de gestionar el vapor y calor de la habitación. Tardó un par de segundos en acomodar una idónea temperatura para que el calor no abrumara el cuerpo bovino mientras dormía.─ Sigue durmiendo. ─indicó con un guiño de ojo, algo que hacía cuando era cómplice de una mala crianza.[/code]

Era difícil comprender lo que las personas decían, no así sus sentimientos. Moona poseía un conocimiento sobre la empatía nato y podía descifrar cómo se sentía alguien al replicar la acción que captaba su atención. —Moo —mugió en el mismo tono y se vio envuelta por cierta sensación extraña que le daba una incomodidad en el pecho. Comprendió que su amo no deseaba que siguiera haciendo algo, ¿y qué era ese algo? Seguramente dormir ahí. Era eso lo único que había estado haciendo justo en el momento en el que Aleksandr sacó esa voz.

Miró el sitio de su reposo y suspiró antes de asentir; además, movió la cabeza como para terminar los mimos que le daba. Moona generalmente no era así, pero es que él no sabía que le pedía cortar la actividad que era su única conexión y fuente de memorias con su rebaño.

[code]El día a día con ella eran cada vez más exhaustivos, sobre todo porque se dedicaba a probar su condición física y mental. Exploraba esos esquemas en la bovina para encontrar un plan sobre como proseguir con ella. De momento, parecía entender perfectamente lo que decía; intuición e inteligencia eran evidentes, por suerte.

Deliberadamente, deslizó la misma mano que empleó para despertarla, acariciando la zona central de la cabeza para recompensar su arduo trabajo.─ Algún día te traerá problemas dormir aquí. Intenta no hacerlo más. ─indicó, dejando mostrar un tono preocupado para que entendiaera el sentimiento. [/code]

El vapor del baño logró adormecer a una ya de por sí cansada Moona. Había pasado todo el día anterior vagando por la naturaleza, reconociendola y trabajando con su amo en lo que sería su nuevo hogar; nunca se había empeñado tanto y con tanta alegría en algo. —Mmm... Moo... —la bovina abrió sus ojos poco a poco y tardó unos segundos en recuperar la conciencia; sin embargo, cuando visualizó a Aleksandr le sonrió con dulzura antes de empezar a incorporarse a su tiempo, quedando al final sentada sobre los tablones—. Moo —mugió antes de agachar un poco la cabeza, ese era su modo de pedirle mimos en el cabello.

[code][code]Y otra vez estaba ahí, durmiendo tranquilamente sobre los tablones del baño. ¿Por qué era que estar ahí le traía tanta relajación? Jamás lo sabría, al menos hasta que la bovina aprendiera a hablar. De momento, se colocó de cuclillas enfrente de ella para extender la zurda y presionarle el entrecejo con suavidad.─ Despierta. ─sus palabras eran más fuertes que de costumbre, alzando la voz para lograr despertarla. [/code][/code]